@article{Jácome Roca_2018, title={Terapia de suplencia tiroidea: una historia del siglo XIX que aún genera noticias en el siglo XXI}, volume={5}, url={https://revistaendocrino.org/index.php/rcedm/article/view/340}, DOI={10.53853/encr.5.1.340}, abstractNote={<p><strong>Fragmento</strong></p> <p>Las tiroidectomías totales del cirujano suizo y ganador del Nobel de Medicina, Teodoro Kocher, llevaron al descubrimiento del hipotiroidismo a finales del siglo XIX, gracias también a la asociación con una serie de informes de diversos investigadores. Félix Semon en 1883 relacionó la clínica de los pacientes totalmente tiroidectomizados (que Kocher denominó “caquexia estrumipriva”) con el mixedema del adulto de Gull y con el cretinismo de los Alpes, sugiriendo que eran debidas a una deficiencia de la glándula tiroides. </p> <p><strong>La idea de la suplencia tiroidea</strong></p> <p>En 1884, Moritz Schiff tuvo un relativo éxito en Ginebra al realizar injertos de tiroides caninos en perros tiroidectomizados, y en 1886, el inglés Víctor Horsley –quien era reconocido por sus trabajos con injertos tiroideos- asignó como funciones de la tiroides la regulación del metabolismo de mucina y la de órganos hematopoyéticos. Horsley había informado que los efectos de la tiroidectomía total en monos eran muy seguramente debidos a una pérdida de la función tiroidea (y no a una “asfixia crónica”, como había sugerido Kocher). Recomendó que se realizaran injertos subcutáneos con tiroides de oveja, cosa que hicieron en 1890 Bettencourt y Serrano, en Lisboa. El injerto colocado en uno de sus pacientes funcionó de inmediato, y los científicos describieron la mejoría lograda. El reconocido fisiólogo Gley, ese mismo año, publicó un informe sobre el tema.</p>}, number={1}, journal={Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes & Metabolismo}, author={Jácome Roca, Alfredo}, year={2018}, month={Mar.}, pages={37–40} }