La vitamina reina o la reina de las vitaminas
La vitamina D clásicamente es reconocida como el regulador del
metabolismo del calcio y del fósforo. Por ejemplo, el raquitismo y toda
una serie de alteraciones musculares relacionadas, no tenían una
etiología conocida hasta
que se logró la identificación en 1922 del secoesteroide que
hoy conocemos como vitamina D.
El interés en la vitamina fue creciendo en los años siguientes cuando
se descubrió su vía de activación a 25-hidroxivitamina en el hígado y
su producto activo, la 1,25 hidroxivitamina
D en el riñón.
Su investigación ha continuado en relación con sus metabolitos,
actuando como agente terapéutico en diferentes enfermedades
metabólicas, lo que ha llevado a poder comprender su fisiología como
hormona pleiotrópica con acción en
tejidos humanos.
La vitamina D es una vitamina liposoluble. Cuando es originada en las
plantas, es conocida como ergocalciferol (vitamina
D2) y la forma animal se conoce como colecalciferol (vitamina
D3). La fuente de la vitamina D2 para los humanos se encuentra en
ciertos alimentos, mientras que la D3 puede derivarse
de su síntesis endógena como también de la dieta. La vitamina
D3 es sintetizada en la piel por influjo de los rayos ultravioleta
a partir del 7- dehidrocolesterol.
Más tarde, tanto la D2 como la D3 son hidroxiladas en la
posición 25 en el hígado, dando origen a la 25-dihidroxivitamina D, que
representa la mayor parte circulante, la cual al final
es activada por medio de una hidroxilación en la posición 1
en el riñón, dando origen a la 1,25 dihidroxivitamina D. La enzima
responsable de la formación de la 1,25 hidroxivitamina
D en el riñón, llamada CYP27B1, se encuentra igualmente en
varios tejidos extrarrenales, pudiendo llegar a producir 1,25
dihidroxivitamina D de una forma para o autocrina.
Los investigadores Mellanby y McCollum, el primero inglés
y el segundo norteamericano, trataron a ratas que padecían
raquitismo con aceite de hígado de bacalao, que lograron recuperarse de
esta enfermedad. Al publicar sus hallazgos en
1922, McCollum, siguiendo el orden alfabético de las vitaminas, y
habiendo ya sido asignadas las letras para las vitaminas
A y B, llamó a este nuevo milagro la vitamina D.
En la década de los sesenta, el grupo de Héctor F. DeLuca
esclareció el metabolismo de estas sustancias en el organismo, bien por
vía de la irradiación solar de la piel y activación
de la provitamina D o por absorción intestinal de calciferoles,
hidroxilándose estos preocursores en el hígado y luego en el
riñón para dar lugar al calcitriol, hormona final con actividad
metabólica. Las mediciones de la 25-hidroxivitamina D se
aceptan actualmente como el mejor índice de los depósitos de
vitamina D. En la circulación, la 25-hidroxivitamina D se une a
su proteína transportadora DBP, lo que le confiere características
similares a una hormona(1).
Su deficiencia es un problema de salud pública a nivel internacional.
Según estadísticas de los Estados Unidos, las concentraciones bajas de
25-hidroxivitamina D tienen un rango
de 27% a 91%; lo mismo ocurre, de forma paradójica, en los
países tropicales como Colombia(2-6), en donde los estudios
que existen muestran déficit de esta sustancia, a pesar de que
en algunas ocasiones existe la dificultad de contar con laboratorios
que posean los recursos tecnológicos y personal capacitado para
realizar su dosificación.
Las manifestaciones extraesqueléticas relacionadas con su
déficit incluyen trastornos dermatológicos y cardiovasculares,
enfermedades malignas y desórdenes metabólicos.
En el año 2014, con motivo del XXIII Congreso Colombiano
de Medicina Interna en Cartagena, se presentó la revisión de la
literatura médica aparecida entre enero de 1970 y noviembre
del 2004 en las bases PubMed, Embase y Web of Science, identificando
las publicaciones internacionales relacionadas, buscando la asociación
con la latitud, el sexo, la edad, la pigmentación
de la piel y el tipo de técnica utilizada para medir la vitamina
D, encontrándose 394 estudios que incluían 33.266 sujetos, con
un valor promedio de 25(OH)D de 54 nm/l, siendo para las mujeres de 56
nm/l y para los hombres de 50 nm/l. No se encontró
relación aparente entre estos niveles y la pigmentación cutánea,
la latitud sobre el nivel del mar, ni la técnica utilizada.
Los análisis llevados en Bogotá en dos laboratorios privados con un
número de muestras importante (2.256 pacientes
entre noviembre del 2012 y abril del 2013) mostraron suficiencia en su
concentración en solo 30% de los pacientes(7-8).
En ese mismo evento se llevó a cabo una encuesta en la
Asociación Colombiana de Endocrinología, la cual fue respondida por un
50% de sus miembros, mostrando interés en su
dosificación en 93% de las encuestas, especialmente para las
pacientes mayores de 65 años, teniendo como dificultad para
hacerlo el poder contar con laboratorios competentes, además
mostró su interés por establecer protocolos de tratamiento en
estos pacientes(9).
El II Consenso Colombiano para el Manejo de la Osteoporosis
Postmenopáusica, llevado a cabo por un grupo importante de expertos y
publicado en la Revista Colombiana de Reumatología, en el año 2018,
recomendó en el caso de suplementación
1000 UI/día, en el caso de insuficiencia 1000-2.000 UI/día y
en el caso de deficiencia 2.000-6.000 UI/día(10).
La conferencia internacional “Controversias en vitamina
D” llevada a cabo en Pisa, Italia, en junio del 2017, revisó y
analizó la literatura científica internacional en relación con el
papel que juega la vitamina D en la salud humana(11).
Mediante un panel en el cual participaron expertos internacionales se
discutieron y aprobaron los siguientes tópicos:
1) Pruebas para dosificar la vitamina D y definición de
hipovitaminosis, 2) Efectos esqueléticos y extraesqueléticos de la
vitamina D y, 3) Uso terapéutico de la vitamina D.
En relación con el primer ítem, las pruebas de laboratorio
utilizadas para determinar la concentración de 25-hidroxivitamina D se
define como la suma de los niveles de vitamina D3
y vitamina D2, los otros metabolitos son usados en investigación
especialmente y no en situaciones clínicas.
Su papel en el origen del raquitismo y la osteomalacia está
claramente establecido, además juega un papel importante en
la génesis de otro tipo de patologías como son alteraciones
dermatológicas, cardiovasculares, inmunes y metabólicas. La
piel representa un claro ejemplo de acción no esquelética de la
vitamina D. Su papel en el sistema inmune fue propuesto hace
ya varias décadas cuando el receptor de la vitamina D mostró que podría
ser expresado en los linfocitos T. Además, se ha
propuesto que sus niveles bajos podrían llevar a un aumento
del riesgo de infecciones, inhibiendo el sistema adaptativo de
respuesta inmune, dando como resultado ciertas patologías
como esclerosis múltiple y diabetes tipo 1; pero estas observaciones no
han sido demostradas por estudios aleatorizados
con un número suficiente de pacientes. Sin embargo, una de
las observaciones más consistentes ha sido su relación con la
obesidad y la diabetes tipo 2.
En relación con su uso terapéutico, este panel de expertos
determinó, mediante el estudio de varios metanálisis, la eficacia de la
vitamina D3 en mejorar los niveles de la 25-hidroxivitamina D, pero
tanto la vitamina D2 como la D3 pudieran
ser utilizadas igualmente en el tratamiento y prevención de su
hipovitaminosis.
En el presente número de nuestra revista se publica el
artículo Tuberculosis y vitamina D:
una relación intrigante, escrito
por Ramirez-Ramos y colaboradores, en el cual se presenta una revisión
detallada de los estudios que explican el
papel de la vitamina D en la susceptibilidad para el desarrollo
de la tuberculosis y los resultados de los estudios clínicos de
suplencia de la misma publicados hasta la fecha.
El papel del sol (vitamina D?) en el tratamiento de la tuberculosis ha
sido descrito en la literatura internacional desde la época del
escritor alemán Thomas Mann en su obra La
montaña mágica(12), en la cual describe un sitio en las montañas
suizas
adonde se enviaban los pacientes con tuberculosis
para que mejoraran de sus dolencias mediante la exposición al
sol, también en Bogotá se llevó a cabo una copia posiblemente del
anterior, el Hospital San Carlos, el cual está dotado de
un hermoso bosque adonde sacaban a asolear a los pacientes.
¿Será que hasta ahora estamos empezando a entender la gran
bondad de los rayos solares?
Enrique Ardila
Editor
Revista Colombiana de Endocrinología,
Diabetes y Metabolismo
Referencias
1. Jácome A. Calciferoles: Las hormonas del momento. En Historia de
la vitamina D. Iglesias A., Restrepo JF.,Toro CE. pp. XIII-XXVI. Artes
Gráficas (editorial), Barranquilla, junio 2008.
2. Hormaza MP., Cuesta D., Martínez LM., Massaro MM., Campo MN.,
Vélez MP. et al. Niveles séricos de 25 hidroxivitamina D en mujeres no
menopáusicas, menopáusicas y postmenopáusicas. Rev. Colomb. Obstet.
Ginecol. 2011. 62: 231-236.
3. Vásquez NH, Pinzón A., Santofimio D. Niveles de vitamina D en
pacientes con osteoporosis en el Hospital Universitario Hernando
Moncaleano Perdomo de Neiva.
Trabajo de grado Facultad de Salud, Universidad Surcolombiana 2013.
4. Molina JF., Molina J., Escobar JA., Betancur JF., Giraldo D.
Niveles de 25 hidroxivitamina D y su correlación clínica con diferentes
variables metabólicas en una
población de mujeres postmenopáusicas. Acta Me. Colomb. 2011.36.1823.
5. González D., Zuñiga C., Kattah W- Insuficiencia de vitamina D en
pacientes adultos con baja masa ósea y osteoporosis en la Fundación
Santafé de Bogotá, 2008-
2009. Rev. Col.Reumatol. Dic 2010. 17849:212-218.
6. Rosero O. Vitamina D y salud ósea en la mujer postmenopáusica.
Revisión. Rev. Col. Endocrinol. Diabet. Metabol. Feb 2015. Vol 2 (1):
14-19.
7. Escandón de C. Laboratorio Analizar 2014. Informe.
8. Laverde G. Laboratorio de Investigaciones hormonales 2014.
Informe.
9. Ardila E. XXIII Congreso Colombiano de Medicina Interna.
Cartagena 2014.
10. Medina A., Rosero O., Rueda PN., Sánchez F., Chalem M.,
González MA. et al. II Consenso colombiano para el manejo de la
osteoporosis postmenopáusica. Rev.
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11. Giustina A., Adler RA.,Binkley N., Bouillon R., Ebeling PR.,
Lazaretti- Castro M., et al. Controversies in Vitamin D : Summary
Statement From an International
Conference. J Clin Endocrinol Metab. 2019. 104: 234-240.
12. Mann T. La montaña mágica. 1964. pp. 7-844. Editorial Diana
México DF.