RESUMEN DE LAS CONFERENCIAS
OBESIDAD Y LÍPIDOS
Conferencia
Estrategias comportamentales para mejorar la
adherencia al tratamiento a largo plazo de la obesidad
Stella Guerrero Duque
Médico Psiquiatra, Máster en Trastornos de la Conducta
Alimentaria de la Clínica de Obesidad, en el programa de
Trastornos de la Conducta Alimentaria y en el programa para
Disregulación Emocional DBT.
Tallerista de Mindful Eating de la Clínica Valle del Lili, de Cali.
El trabajo
del médico incluye asesorar a sus pacientes
sobre los cambios de conducta que requieren para mantener o mejorar su
salud; les dice qué hacer y qué cambios deben implementar. El médico ha
sido entrenado para
creer que únicamente al enseñar a los demás lo que deben
hacer para cambiar, lo harán. Por lo tanto, suele ser muy frustrante
cuando encuentra que los pacientes no acatan sus recomendaciones, y
puede llegar a la conclusión que algo no anda
bien con la salud mental de estos individuos, pues para él la
necesidad del cambio es muy obvia. Esto ocurre especialmente
porque a los médicos se nos olvida que enseñar es solamente
una pequeña parte de la ecuación, y dejamos de lado aspectos
importantes de la relación médico-paciente.
Es conveniente, entonces, utilizar un estilo de comunicación
diferente que fortalezca la motivación individual del paciente
para hacer las modificaciones, como asesorar de forma empática,
no confrontativa, y utilizar estrategias conductuales que ayuden
a los pacientes a convencerse que deben cambiar, de tal manera
que puedan tomar sus propias decisiones acerca de los cambios
que desean hacer. Así colaboramos con el individuo al tiempo que
lo acompañamos en su proceso. Esta comunicación debe tener
siempre una directriz, una meta particular para el cambio, que
puede no estar alineada con la que tenga el médico en mente; por
esta razón, es fundamental tener un clima de compasión y aceptación que
le permita al clínico trabajar para comprender el punto de vista del
individuo y promover de forma activa su bienestar.
Este estilo de comunicación colaborativo, empático, no confrontativo,
orientado a reforzar la motivación personal y el compromiso para el
cambio hacia una meta específica, inmerso en una
atmósfera de compasión y aceptación, se llama entrevista motivacional.
Incluye un grupo de habilidades de entrevista integradas y
supone la práctica de herramientas conductuales que reforzarán
la voluntad del individuo para comprometerse con el cambio.
Conferencia
Fisiología del colesterol y el papel de la PCSK9
Alejandro Román González
Profesor de Endocrinología, Facultad de Medicina, Universidad de
Antioquia, Sección de Endocrinología del Hospital Universitario
San Vicente Fundación.
Miembro de Número de la Asociación Colombiana de
Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (ACE), Medellín
El colesterol tiene dos vías metabólicas principales: la
vía endógena y la vía exógena del colesterol. En la vía
exógena, el colesterol y los triglicéridos son ingeridos
en la dieta e ingresan al enterocito. El transporte activo del
colesterol al interior del enterocito es mediado por la proteína NPCL1L (Niemann-Pick C1-like 1), molécula inhibida por la
ezetimiba. Los lípidos dietarios ingresan al cuerpo y forman
quilomicrones, que son transportados por los conductos linfáticos a la circulación sistémica. En los capilares, mediante la
lipoproteína lipasa endotelial, los quilomicrones entregan los
ácidos grasos a los tejidos, como el músculo y la grasa. Luego
de hacer esta distribución de ácidos grasos libres, los quilomicrones forman los remanentes de quilomicrones e ingresan al
hígado mediante el receptor de LDL.
En la vía endógena, el hígado produce lipoproteínas de muy
baja densidad (VLDL, por sus siglas en inglés) para la entrega de
ácidos grasos al cuerpo, que luego se convierten en a lipoproteínas de densidad intermedia (IDL, por sus siglas en inglés) y
después en lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas
en inglés) para ser reciclado nuevamente en el hígado. La LDL
ingresa al hígado mediante endocitosis mediada por su receptor
(LDLR, por sus siglas en inglés). La unión al LDLR depende de
que la apolipoproteína B100 (apoB100) sea funcional en la molécula de la LDL. Si hay alteraciones en el LDLR o en apoB100 se
produce hipercolesterolemia familiar. Adicionalmente, la proteína adaptadora del LDLR (LDLRAP1, por sus siglas en inglés)
permite que se ocurra la endocitosis del complejo LDLR/LDL;
las mutaciones en LDLRAP1 también producen hipercolesterolemia familiar. Una vez ingresado al hepatocito, el LDLR se
recicla y emerge nuevamente. Este proceso se da aproximadamente 150 veces por día y es regulado por la proconvertasa de
subtilixina kexina tipo 9 (PCSK9). Esta proteína es secretada por
el hígado, se une al LDLR y, una vez se endocita, el LDLR/LDL
impide el reciclaje del LDLR a la superficie.
Biología de la PCSK9
PCSK9 es una enzima codificada por
el cromosoma 1.
Las mutaciones con ganancia de función fueron descubiertas en 2003 por
Abifadel y colaboradores como una causa
infrecuente de hipercolesterolemia familiar. Posteriormente,
se encontraron mutaciones con pérdida de función que se
asociaban con un nivel bajo de LDL y una disminución del
riesgo cardiovascular. Estos dos hallazgos establecieron las
bases teóricas para inhibir la PCSK9 y establecerla como una
terapia hipolipemiante potencial. La PCSK9 se expresa principalmente en
el hígado y el intestino. Dado que la PCSK9
circulante se une al LDLR, su concentración su relación es inversamente
proporcional con la densidad de LDLR en la superficie hepática. Las
estatinas incrementan la concentración
de PCSK9 como un mecanismo de retroalimentación secundario a la
disminución del LDL. La PCSK9 también desempeña otras funciones,
incluyendo el metabolismo de la glucosa,
la hipertensión arterial, la adipogénesis, la apoptosis endotelial y la
inflamación. Debe aclararse que los inhibidores de la
PCSK9 no disminuyen la proteína c reactiva, pero sí disminuyen la
lipoproteína (a).
Inhibidores de la PCSK9
Los medicamentos actuales para
inhibir la PCSK9 son los
anticuerpos monoclonales contra esta proteína. Al inhibir esta
molécula, se espera que los LDLR permanezcan más tiempo y
en mayor número en la membrana del hepatocito y, por ende,
puedan captar más moléculas de colesterol LDL, lo que genera
una disminución en la concentración circulante de este lípido.
Es decir, este medicamento disminuye el LDL al bloquear la degradación
del LDLR e incrementar su expresión en la superficie del hepatocito.
Existen dos moléculas aprobadas en
el país: alirocumab
(Praluent®) y evolocumab (Repatha®), las cuales son medicamentos
inyectables de uso quincenal o mensual. Un tercer medicamento
(bococizumab) no alcanzó la práctica clínica porque se desarrollaban
anticuerpos neutralizantes y su efecto se
perdía, dado que eran anticuerpos en parte murinos (humanizados). Estos
medicamentos son hipolipemiantes potentes
que disminuyen el LDL en terapia sola o combinada mayor al
50 %; los pacientes tratados con estas terapias pueden lograr
concentraciones de LDL alrededor de 20 mg/dL, además, se
ha demostrado que disminuyen la placa aterosclerótica y los
eventos cardiovasculares. Dado que son terapias costosas, los
pacientes que tienen un beneficio mayor son aquellos con LDL
por fuera de las metas, que tienen un riesgo cardiovascular
muy elevado y a los cuales no les funcionaron otras terapias.
Inclisirán
Una alternativa a la inhibición de
una molécula es usar ácido ribonucleico (ARN) de interferencia.
Inclisiran usa esta metodología para inhibir la PCSK9, por medio de una
administración semestral. En sujetos sanos, demostró su efectividad en
el
estudio ORION-1, un estudio fase 2, aleatorizado, doble ciego,
multicéntrico, controlado con placebo en el que se administró
inclisirán de manera subcutánea en pacientes con riesgo
cardiovascular elevado y niveles elevados de colesterol LDL, a
pesar de recibir la máxima dosis posible de estatinas (≥70 mg/
dL si presentaban antecedentes de enfermedad cardiovascular
aterosclerótica o ≥100 mg/dL si no habían tenido eventos). La
administración de inclisirán mostró una reducción del colesterol LDL
entre 27,9-41,9 % en pacientes con esquema de una
dosis de este medicamento. Después de dos dosis de inclisirán,
los niveles de colesterol LDL se redujeron más pronunciadamente,
oscilando entre 35,5-52,6 % (p <0,001).
Otras alternativas de inhibición de la
PCSK9
Se han estudiado otras alternativas para inhibir la PCSK9,
como la utilización de péptidos miméticos que compitan con
la PCSK9 por su unión al receptor de LDL y el uso de vacunas
contra la PCSK9. Estas dos opciones están más atrasadas en el
desarrollo farmacológico.
Seguridad de la inhibición de la PCSK9
Las reacciones adversas de los inhibidores de la PCSK9
fueron similares entre los grupos de tratamiento activo y el
grupo placebo. Sin embargo, estas moléculas son relativamente nuevas aún y a medida que se acumule la experiencia clínica
podremos saber con mayor seguridad cuáles son los efectos
reales. A la fecha, no existen diferencias en el desarrollo de diabetes, además, los pacientes diabéticos tratados con estas
terapias no presentan deterioro glucémico. No hay una mayor
incidencia de problemas hepáticos, musculares ni reportes de
elevación en las transaminasas, y tampoco se ha evidenciado
un aumento consistente en las cataratas. Desde el punto de
vista neurocognitivo, se realizó un subestudio con evolocumab
sobre el daño cognitivo, llamado el estudio Ebbinghaus. En él
no se encontró deterioro en la memoria funcional, la memoria
de trabajo, la capacidad de atención y reacción ni la alteración
en la capacidad cognitiva general o episodios cognitivos adversos. En sujetos con niveles muy bajos de LDL (<25 mg/dL)
tampoco se han encontrado efectos adversos graves.