Resumen
Diversos genes pueden desencadenar la diabetes mellitus
gestacional (DMG), considerada como un problema de salud
pública de etiología compleja y multifactorial.
Objetivo: presentar una
revisión de tema de la evidencia
científica disponible sobre el impacto de la expresión de los
genes omentina-1, quemerina y miR-1013p, implicados en el
desarrollo de la DMG.
Materiales y métodos: se
realizó una búsqueda de estudios
electrónicos transversales a través de la base de datos registrados
en MEDLINE y PUBMED, publicados durante 2010-2019, que valoraran
mediciones de los tres genes en mujeres con DMG.
Resultados: ocho artículos
cumplieron con los criterios de
inclusión, cuatro artículos midieron los niveles de quemerina,
tres de omentina-1 y uno de miR-103p. Entre los niveles de
quemerina se mostró que la circulación de quemerina y miR103p se
correlacionó positivamente con las variables metabólicas durante el
primer y tercer trimestre del embarazo. Se demostró que la liberación
de omentina-1 fue mayor en el tejido
adiposo vs. placenta cuando se presenta obesidad.
Conclusión: la expresión de
genes y la presencia de obesidad están relacionados con el desarrollo
de la diabetes mellitus gestacional.
Palabras clave:
diabetes gestacional, genes, obesidad, tejido adiposo, glucosa.
Abstract
Several genes can trigger gestational
diabetes mellitus
(GDM), considered a public health problem of complex and multifactorial
etiology.
Objective: To present a topic
review of the available scientific evidence regarding the impact of
omentin-1, chemerin and
miR-1013p gene expression in the development of GDM.
Materials and methods: A search
of studies published
during 2010-2019 about the three genes in women with GDM
was carried out through MEDLINE and PUBMED.
Results: Eight articles met the
inclusion criteria: four articles measured chemerin levels, three
omentin-1 and one miR103p. It was shown that the circulation of
chemerin and miR103p were positively correlated with the metabolic
variables
during the first and third trimester of pregnancy, it was also
demonstrated that the omentin-1 release was higher in adipose
tissue vs. placenta in cases of obesity.
Conclusion: Chemerin and
miR-103p expression seems to
related with the development of GDM
Keywords: Diabetes, gestational, genes, obesity,
adipose tissue, glucose.
Introducción
La diabetes
mellitus
gestacional (DMG) es una de las complicaciones obstétricas más comunes;
esta es de origen multifactorial, relacionada con la predisposición
genética, ganancia excesiva de peso, sedentarismo, hábitos alimentarios
inadecuados y
por trastornos del metabolismo de los hidratos de carbono (1,
2).La DMG se define como una intolerancia a los carbohidratos,
caracterizada por disfunción de las células β y resistencia a la
insulina, que resulta en hiperglucemia de severidad variable de
inicio durante el embarazo, considerándose el trastorno metabólico más
frecuente durante la gestación (3, 4).
Se reconoce que, independientemente de las cifras de glucosa que se
hayan alcanzado durante el embarazo, la mayoría
de las mujeres con DMG regresan a parámetros normales después del
parto, sin embargo, estas presentan un mayor riesgo
de desarrollar diabetes
mellitus
tipo 2 (DMT2), considerada una
problemática de salud a nivel mundial, pues, de acuerdo con datos
reportados por la Organización Mundial de Salud (OMS), la
prevalencia ha aumentado del 4,7 % en 1980 al 8,5 % en el año
2014 y se ha proyectado que será la séptima causa de mortalidad en el
año 2030 (5). Por otra parte, el Consenso de la Asociación
Latinoamericana de Diabetes (ALAD) menciona que dos de
cada cinco mujeres con diabetes se encuentran en edad reproductiva y la
mitad del total de casos de hiperglucemia en el embarazo afecta a
mujeres menores de 30 años, lo que representa
más de 60 millones de mujeres en todo el mundo (6).
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2016
indicó que el 10,3 % de las mujeres reportan
valores más elevados de glucosa que los hombres (8,4 %). Esta
tendencia en México, por el solo hecho de ser mujer, agrega
un mayor riesgo en la población mexicana femenina (10 % en
un porcentaje conservador) de desarrollar DMG que mujeres
de otros países y, de hecho, si se agregan factores de riesgo,
el porcentaje de las que pueden desarrollar esta complicación
metabólica se eleva al 45 % (7).
Dentro de los factores de riesgo para el desarrollo de DMG
se consideran antecedentes de DMG en embarazos anteriores,
DMT2 en familiares de primer grado, mortalidad perinatal, hijos
macrosómicos, malformaciones congénitas, síndrome de ovario
poliquístico (SOP), hipertensión arterial, glucosuria, edad ≥30
años, índice de masa corporal (IMC) ≥27 kg/m
2 y obesidad (6,
8).
En lo que concierne al embarazo fisiológico, este se caracteriza por
una serie de cambios endocrinos, metabólicos y vasculares, donde el
almacenamiento de grasa materna aumenta.
En este sentido, se ha comprobado que la DMG se asocia con un
incremento de los niveles de ácidos grasos libres posprandiales debido
a una capacidad reducida de insulina, que dificulta
el proceso de lipólisis (9). Por ello, en la actualidad, la obesidad
y la DMG constituyen una de las asociaciones más frecuentes
y mortales para la madre, así como para su descendencia (10).
Recientemente, la investigación se ha centrado en el estudio de genes
mediadores que podrían desempeñar un papel en
el desarrollo de la DMG, como los derivados del tejido adiposo
quemerina, omentina y miR-103p (11, 12).Estos genes tienen
importantes funciones autocrinas/paracrinas, que regulan la
diferenciación y proliferación celular, así como el metabolismo
de lípidos, glucosa e intervienen en la apoptosis y biogénesis
en el tejido adiposo (13-17).
Quemerina (RARRES2 o TIG2)
Es un gen que se expresa en el tejido adiposo de individuos con
obesidad y actúa como un importante regulador de
la inflamación, la aterosclerosis y la sensibilidad a la insulina
(18). La unión de la quemerina con su receptor CMKLR ocasiona
inhibición de la fosforilación del estimulador de la insulina
y activación del adenosín monofosfato cíclico (AMPc) e induce
resistencia a la insulina en el músculo esquelético, siendo
considerado uno de los principales genes del desarrollo de los
componentes del síndrome metabólico (18).
En el 2014, van Poppel y colaboradores reportaron, en madres con DMG,
que los niveles de quemerina en la sangre de la
arteria fetal se elevaron en aproximadamente un 60 % (p ≤0,05)
(19). Por otro lado, la quemerina de la sangre del cordón venoso
fue mayor en los bebés de mujeres con obesidad (p <0,01).
Omentina-1 (ITLN1)
La omentina-1 es un gen que se identificó por primera vez
en 2003 a partir del tejido adiposo omental visceral. Hay dos
isoformas altamente homólogas de omentina, omentina-1 y
omentina-2; sin embargo, la omentina-1 es la principal forma
circulante en el plasma humano, al relacionarse con la obesidad, DMT2,
síndrome metabólico y SOP (20-22). La omentina
tiene la capacidad de regular las actividades metabólicas relacionadas
con la sensibilidad a la insulina y antiinflamatorias,
lo que ofrece protección cardiovascular en las enfermedades
como la obesidad y la DMT2 (22).
La omentina se sintetiza y secreta por diferentes tipos celulares,
tales como preadipocitos, células madre mesenquimales,
células progenitoras endoteliales, macrófagos, linfocitos B y
linfocitos T (22). Esta hormona desempeña un papel importante
en la modulación de la sensibilidad a la insulina mediante el
factor paracrino y endocrino, donde aumenta la sensibilidad a
la insulina y el metabolismo de la glucosa a nivel local del tejido
adiposo omental. A medida que aumenta la transducción
de la señal de la insulina a través de la activación, la proteína
cinasa (Akt/mL proteína cinasa B) modula la distribución de la
grasa corporal entre el depósito de grasa visceral y subcutánea
(18). Por otro lado, ya que la omentina se secreta en la sangre
humana, esta puede mejorar la sensibilidad a la insulina y el
metabolismo de la glucosa en sitios distantes, como músculos,
hígado y tejido adiposo subcutáneo (18-22). Con la información
disponible hasta ahora, la expresión del gen de quemerina se ha
considerado como un marcador de adiposidad (18).
Se han encontrado niveles más elevados de omentina en
sujetos con peso saludable en comparación con sujetos con
sobrepeso u obesos, independiente de la edad y el género;
por otro lado, existe una correlación negativa entre los niveles
plasmáticos de omentina y la medición de la resistencia a la
insulina mediante el índice HOMA, IMC, circunferencia abdominal y
niveles de leptina e insulina (22).
MIR-103-3P
Los miARN se han identificado como nuevos biomarcadores para el
diagnóstico y pronóstico de diversas enfermedades,
por ejemplo, los miARN derivados del tejido adiposo tienen un
papel importante en la regulación de la expresión génica en el
propio tejido adiposo (13).
Entre los miARN implicados en la adipogénesis se encuentran miR-103,
miR-146-b y miR-148-a, mientras que los
miARN asociados con el desarrollo de la resistencia a la insulina son
miR-103-3p, estos últimos afectan la vía de señalización del receptor
de insulina (8, 23). En lo que concierne a
miR-103 y miR-107, estos tienen un papel clave en la sensibilidad de la
insulina, DMT2, obesidad y proliferación de células
intestinales, debido a la inhibición de la traducción del ARNm
o al potenciar la degradación del ARNm (23).
Jensen y colaboradores mencionan que los microARN están
influenciados principalmente por factores no genético, en específico,
los niveles de miR-103 se asocian con la adipogénesis del
tejido adiposo subcutáneo, aumento del IMC y niveles de glucosa
en plasma y hemoglobina glucosilada (HbA1c) en humanos (23).
El objetivo del presente trabajo fue presentar una revisión
de tema de la evidencia científica disponible para describir el
efecto de la expresión de los genes omentina-1, quemerina y
miR-1013p, implicados en el desarrollo de la DMG.
Materiales y métodos
Búsqueda de información
Se realizó una búsqueda en las bases de datos MEDLINE
y PUBMED en inglés y español, utilizando las palabras claves:
(Chemerin/Omentin-1/miR103p[filter]) AND (“Diabetes,
Gestational”[Mesh] OR “GDM”) OR (“Diabetes, Pregnancy, Adipose Tissue”
[Mesh].
Estrategia de búsqueda
Se hizo una revisión de los resultados de los genes y su relación con
el desarrollo de la DMG. Este proceso de búsqueda
tuvo tres etapas:
- Formulación del problema, donde se identificó el problema y se
formuló la pregunta que guio la revisión de tema,
así como el objetivo de esta.
- Localización y selección de estudios primarios, definiendo
los criterios de selección de los estudios y las características de la
población.
- Análisis y presentación de resultados, caracterizando los
estudios.
La pregunta que guio la revisión de tema fue: ¿cuáles son
las características de los resultados de los genes omentina-1,
quemerina y miR-1013p en mujeres con DMG en las variables
metabólicas de glucosa, insulina, Hb1Ac, HOMA-IR, con los niveles de
quemerina, omentina-1 y miR103p?
Selección de estudios
Se incluyeron aquellos artículos de tipo transversales,
descriptivos, publicados entre los años 2010 y 2019, siguiendo los
criterios PRISMA. La población por estudiar
fue mujeres cursando embarazos únicos con diagnóstico de
DMG con mediciones de las adipocinas omentina-1, quemerina y miR-103p.
Se excluyeron de la búsqueda de información los estudios de pacientes
con diagnóstico de DMT1 o
DMT2 (
Figura 1).
Extracción de datos
Cada estudio se analizó de forma independiente por los
autores. De esta manera se alcanzó un consenso, luego se
agruparon para facilitar la comprensión de los resultados de
todos los artículos revisados. El control de calidad de la información
se llevó a cabo mediante tablas en las que se registró
la siguiente información: nombre del autor, año, país escenario
del estudio, nombre de la revista, factor de impacto y Qualis de
la misma (
Tabla 1).
Resultados
Siguiendo los criterios de búsqueda citados en el apartado
anterior, a modo de búsqueda inicial se registraron 87 artículos. Así,
se realizó una evaluación de esta primera muestra de
artículos siguiendo los criterios comentados anteriormente,
excluyéndose de los resultados de la presente revisión 80 artículos
referentes a estudios no ajustados a la temática de la revisión, que
son la expresión de los genes de omentina-1, quemerina y miR-103p. Así,
al término del proceso de selección se
escogieron ocho artículos, de los cuales, cuatro midieron los
niveles de quemerina, tres de omentina-1 y solo uno de miR103p (
Figura 1) (24-26, 28-31).
Los artículos seleccionados procedieron de los siguientes
países: Alemania, Australia, China, Corea, España, Grecia y el
100 % de los artículos fue en inglés (24-26, 28-31). Este resultado
puede estar relacionado con el hecho de que los estudios
se encontraron en las bases de datos que abarcan revistas indexadas (
Tabla 1). En relación con la
distribución de las revistas de publicación de los estudios, se
comprobó que el 100 %
es internacional. Se destaca el mayor factor de impacto atribuido al
Journal of Clinical Endocrinology and
Metabolism con
2,94 puntos según el
Journal
Citation Reports (JCR) (29). En
cuanto a Qualis solo 5 revistas presentaron esa estratificación:
3-A1, 1-A2y 1-B1(
Tabla 1) (25,
27, 29, 31).
La totalidad de los artículos revisados son estudios transversales (
Tabla 2) (24-31). Siete estudios
tuvieron lugar en
hospitales de servicios especializados con tecnología intermedia,
oferta de servicios médicos, de apoyo diagnóstico y terapéutico,
atención de urgencia y emergencia (25-31).
La media
del número de muestra de pacientes que se utilizó en los estudios fue
de 91, con un mínimo de 15 en el grupo control vs. 94
y un máximo de 144 participantes en el grupo control y 212 en
el grupo a comparar (
Tabla 2)
(27, 29, 30).
En el 57 % de los estudios se explicaron los criterios de
exclusión, mientras el 42,8 % no explican los criterios de inclusión
que guiaron sus estudios (24-30). Cabe mencionar que
en la totalidad de los artículos no se explica cómo los autores
realizaron el cálculo muestral (24-31). La mayoría de los estudios
emplearon dos grupos para contrastar los resultados:
mujeres con embarazo sin DMG o con riesgo o diagnóstico de
DMG (
Tabla 3) (24, 27-29, 31).
Cabe destacar que los criterios de diagnóstico de DMG utilizados en los
estudios fueron a través del examen de tolerancia
oral a la glucosa (27-34). Esta prueba se emplea para la detección de
diabetes tipo 2 (33). El análisis de la expresión de los
genes de quemerina y omentina-1 se llevó a cabo a través del
ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA), mientras
que la medición de la expresión de miR-103p fue con extracción y
purificación de miARN (
Tabla 3)
(24-31). Con respecto a los
datos obtenidos en los estudios se establecieron tres apartados:
Quemerina y DMG
En 2010, Pfau y colaboradores realizaron un estudio transversal para
investigar los niveles de quemerina en la circulación en 40 mujeres con
DMG vs. 80 pacientes sin DMG, emparejadas por la edad gestacional e
insulina en ayunas (24). Se
encontró que los niveles séricos de quemerina se correlacionaron
positivamente con la presión arterial sistólica, presión
arterial diastólica, creatinina sérica, insulina en ayunas, HOMA-IR,
triglicéridos y leptina (p <0,05). Las mujeres con DMG
tuvieron valores de glucosa más altos en comparación con los
controles (p = 0,001) (24).
Tabla 1. Caracterización de las revistas de los estudios analizados
![Tabla 1. Caracterización de las revistas de los estudios analizados](https://revistaendocrino.org/index.php/rcedm/article/download/564/739/2916)
Figura 1. Flujograma de información de las etapas de búsqueda y
selección de estudios bajo la declaración PRISMA (32).
Tabla 2. Caracterización de los estudios analizados
![Tabla 2. Caracterización de los estudios analizados](https://revistaendocrino.org/index.php/rcedm/article/download/564/739/2918)
DMG: diabetes mellitus gestacional,
ECA: ensayo controlado aleatorio,
IMC: índice de masa corporal,
TA: tejido adiposo,
TNG: tolerancia normal a la glucosa.
En 2017, Ye y colaboradores realizaron un estudio transversal para
investigar la asociación entre el nivel de quemerina en el primer
trimestre del embarazo y el riesgo de DMG en
212 mujeres, con una edad gestacional de 8-12 semanas (SDG)
(25). Después de la detección de DMG se incluyeron 19 pacientes con DMG
y 20 al azar en 144 mujeres con tolerancia normal
a la glucosa (TNG). Los autores reportaron que los niveles de
quemerina en el grupo DMG (146,60 ± 38,91 ng/mL) fueron
significativamente más bajos vs. el grupo TNG (187,23 ± 46,83 ng/mL)
durante el primer trimestre (p <0,05), pero más alto durante el
tercer trimestre del embarazo en el grupo de DMG vs.
TNG (308,56 ± 56,43 ng/mL vs. 227,53 ± 46,49 ng/mL, p <0,05),
correlacionándose positivamente con la aparición de DMG durante el
primer trimestre (p = 0,05). El riesgo de DMG se asoció
positivamente con el nivel sérico de quemerina en el primer trimestre
(r2= 0,652, p = 0,001), ajustado por IMC (25).
Tabla 3. Características de diseño de los estudios incluidos
![Tabla 3. Características de diseño de los estudios incluidos](https://revistaendocrino.org/index.php/rcedm/article/download/564/739/2919)
ADIPS: Australasian Diabetes in Pregnancy Society;
DMG: diabetes mellitus gestacional;
IADPSG: Asociación Internacional de Grupos de Estudios sobre Diabetes y
Embarazo;
PTGO: prueba de tolerancia oral a la glucosa;
TNG: tolerancia normal a la glucosa.
En 2017, Cheon y colaboradores realizaron un estudio
transversal en 102 mujeres recién diagnosticadas con DMG
para investigar la relación entre los niveles séricos de quemerina y la
adiposidad visceral en el período de mayo 2009 a
mayo 2010 (26). Se reportó que los niveles séricos de quemerina
mostraron correlaciones positivas significativas con IMC,
circunferencia de cintura y grasa visceral, así como con los niveles de
HOMA-IR y niveles de triglicéridos (26).
En 2018, Panayoula y colaboradores realizaron un estudio
transversal en 38 mujeres embarazadas (23 con TNG y 15 con
DMG) y encontraron que la expresión del ARNm de quemerina en
tejido adiposo subcutáneo y visceral fue significativamente mayor en
comparación con la expresión en placenta (8 a 24 veces, p
<0,02 y 6 a 10 veces p <0,05, respectivamente) (27). Más aún, en
casos de obesidad con DMG, la expresión de ARNm de quemerina
en tejido visceral fue significativamente mayor comparada con la
que se registró de mujeres con TNG sin obesidad (16,12 ± 9,16
vs. 5,51 ± 1,41, p <0,05), la cual se mantuvo significativa después
del ajuste por edad y HOMA-IR [F (1,19) = 5,91, p = 0,025] (27).
Omentina y DMG
En 2012, Barker y colaboradores realizaron un estudio
para determinar el efecto de la obesidad materna y DMG sobre
los niveles circulantes de omentina-1 en el cordón umbilical y
el plasma materno, y la expresión de genes y la liberación de
omentina-1 de la placenta humana y tejido adiposo en 44 mujeres con TNG
con obesidad y 39 con DMG sin obesidad (28).
Se comprobó que los niveles de omentina-1 fueron mayores de
las 11 SDG en comparación con las 28 SDG. Agregándose a este
dato también se encontró que la liberación de omentina-1 fue
mayor en la placenta en comparación con el tejido adiposo. Sin
embargo, la expresión génica de omentina-1 fue significativamente
inferior en placenta y tejido adiposo obtenido de mujeres con obesidad
materna preexistente (28).
En 2017, Abell y colaboradores realizaron un estudio transversal para
investigar la asociación de adipocinas y otras sustancias inflamatorias
con el desarrollo de DMG en 103 mujeres
con embarazo normoevolutivo y factores de riesgo para desarrollar DMG
(29). En su abordaje encontraron que la obesidad
materna se asoció con niveles significativamente más bajos de
omentina-1 en el plasma materno y que la expresión del gen
omentina-1 fue menor en la placenta y en el tejido adiposo obtenido de
mujeres con obesidad preexistente. Además de esto,
la liberación de omentina-1 en el tejido adiposo fue significativamente
menor en las embarazadas con obesidad (29).
En 2018, el mismo grupo de Abell y colaboradores realizó un
estudio transversal para prevenir la excesiva ganancia de peso en
mujeres con riesgo de desarrollar DMG en 94 mujeres control y
en 40 mujeres con DMG, sin obtener asociación entre los niveles
de omentina-1 e IL-6 con biomarcadores de riesgo de desarrollar
DMG de acuerdo con la sensibilidad y la especificidad de la prueba del
área bajo la curva y las características maternas (30).
miR103p y DMG
En 2015, Carreras-Badosa y colaboradores condujeron un
estudio transversal para definir el patrón de los miARN circulantes en
la obesidad gestacional y pregestacional y explorar
sus asociaciones con los parámetros metabólicos maternos
y con marcadores para el crecimiento pre y posnatal en 70
mujeres embarazadas, en las que hallaron que 13 de los 18
miARN se encontraban presentes de manera diferente entre
mujeres con embarazos normales y mujeres con DMG (31).
Entre ellos se demostró que miR103p está asociado con aumento de peso
durante el embarazo y se encontró una asociación positiva con las vías
reguladoras de señalización de la
insulina, considerándose, por tanto, un importante regulador
de la adipogénesis (31).
Discusión
La DMG surge cuando se presenta resistencia a la insulina
y reducción en la secreción de la insulina. Estos dos elementos pueden
verse afectados por la cantidad de tejido adiposo
pregestacional y su aumento durante la gestación. Como consecuencia, un
papel fisiopatológico importante podría estar
cubierto por expresión de genes que directa o indirectamente,
a través de una respuesta inflamatoria crónica, agravaría la
resistencia a la insulina, lo que promueve el inicio de DMG (34).
Está bien establecido que el tejido adiposo tiene un papel más allá de
la regulación energética y que la expresión
de genes tiene un papel importante en el desarrollo de complicaciones
relacionadas con la obesidad (23). La evaluación
simultánea de la expresión de diferentes genes a partir del tejido
adiposo y las correlaciones con los parámetros clínicos es
importante para comprender mejor la aparición de la DMG. En
este trabajo de revisión de tema se analizaron ocho artículos,
de los cuales, cuatro midieron los niveles de quemerina, tres
de omentina-1y solo uno de miR-103p (24-31).
De acuerdo con los datos obtenidos, los niveles de quemerina mostraron
una fuerte asociación con las cifras de presión
arterial, insulina, HOMA-IR, triglicéridos y leptina, así como
con la función renal, en comparación con las embarazadas sanas (24). En
el estudio de Cheon se confirma que los niveles de
quemerina se han implicado en la diferenciación de adipocitos
y la estimulación de la lipólisis; además, esta hormona disminuye la
absorción de glucosa basal e induce la resistencia a la
insulina (26). Con base en los resultados de esta revisión se
puede afirmar que en mujeres con DMG, los niveles de quemerina fueron
mayores en el tercer trimestre en comparación con
el primer trimestre (25). Los resultados son consistentes con
los informes anteriores, que han confirmado que los niveles
séricos de quemerina están relacionados con la edad gestacional
(32-35).
También se observó que las concentraciones de quemerina
mostraron una correlación positiva con el IMC, circunferencia
de cintura, grasa visceral, HOMA-IR y niveles de triglicéridos
(27). Estos resultados confirman los hallazgos que mencionan
que la quemerina se asocia significativamente con el IMC,
circunferencia de cintura, así como con diversos componentes
del síndrome metabólico (36).
La información encontrada indica que la expresión de quemerina en el
tejido adiposo subcutáneo y visceral es significativamente mayor en
comparación con la expresión en placenta
(27).Al respecto se sabe que la cantidad de tejido adiposo visceral es
una medida predictora importante de riesgo cardiometabólico, sin
embargo, se ha sugerido que la razón entre los
componentes visceral y subcutáneo puede ser un indicador
más apropiado para evaluar la predisposición para acumular
grasa visceral y las alteraciones cardiometabólicas, como la
diabetes (37). Por otra parte, en 2010, Bozaoglu y colaboradores
mencionaron que los niveles plasmáticos de quemerina
son hereditarios y tienen un papel como estimulador de la angiogénesis
y hacen hincapié en el hecho de que los niveles de
quemerina en plasma son mayores en las mujeres que en los
hombres, además, aumentan con la edad y con los componentes del
síndrome metabólico (38).
Los estudios que midieron la expresión del gen de omentina-1 hallaron
cifras mayores en placenta en comparación con
el tejido adiposo (28-30). Sin embargo, cuando se presenta
obesidad en la mujer, estas cifras disminuyen significativamente (28).
A la omentina se le ha atribuido la capacidad de
regular la sensibilidad a la insulina, lo que ofrece protección
cardiovascular en casos de diabetes (20). Esto concuerda con
lo expuesto por Tan y colaboradores, en 2008, quienes hallaron una
disminución de omentina-1 y aumento de las variables de insulina y
glucosa en mujeres con SOP en comparación
con un grupo control (36).
Una limitación de este estudio es que los criterios de calidad para
seleccionar los artículos podrían parecer laxos; sin
embargo, debido a la escasez de resultados con los genes de
interés y el tema de diabetes gestacional, habríamos obtenido
información extremadamente escasa.
En su conjunto, la información hallada revela que la omentina-1 está
regulada por la insulina y la glucosa; esto puede, en
parte, explicar la disminución de los niveles de omentina-1 observada
en mujeres con sobrepeso (7). Sin embargo, también
hay algunas discrepancias, pues no se encontraron asociaciones entre la
omentina-1 e IL-6 con biomarcadores de riesgo
para el desarrollo de DMG (35). Finalmente, los estudios con el
análisis de la expresión de miR-103p en mujeres embarazadas
reportan una disminución de este gen en los casos metabólicos más
adversos; es decir, mayor incremento de peso durante el embarazo, así
como de los niveles de glucosa, HbA1c,
HOMA-IR y triglicéridos (31). En los embarazos con obesidad,
los miARN derivados del tejido adiposo pueden comunicarse
con la placenta e inducir cambios en su función, que pueden
contribuir al desarrollo de la DMG (39).
Conclusión
La expresión de genes en el acúmulo excesivo de tejido adiposo en la
mujer gestante contribuye con el desarrollo de la DMG
y de las complicaciones en la madre y su descendencia. Se recomienda
aumentar la investigación para poder extraer datos más
concluyentes sobre los genes y la relación con el metabolismo de
la glucosa. El análisis bibliográfico también permitió identificar
que se carece de publicaciones en revistas en español.
Los estudios se concentran en artículos de tipo transversal y enfoque
cuantitativo. Sin embargo, la escasez de estudios
experimentales muestra la necesidad de realizar estudios clínicos
prospectivos. La evaluación de riesgo de DMG se debe
realizar durante la primera visita prenatal en mujeres con
factores de riego. La Asociación Internacional de Grupos de
Estudio de Diabetes y Embarazo (IADPSG), utilizada en los
artículos como criterios para diagnosticar la DMG, es una herramienta
de detección masiva para la DMG (25, 28-30, 40).
En el 2010, la IADPSG estableció los nuevos criterios diagnósticos para
DMG, adoptada en 2013 por la OMS y en 2014 por
la Asociación Americana de Diabetes (ADA), que se basa en el
riesgo de resultados adversos durante el embarazo, donde un
solo valor alterado es suficiente para establecer el diagnóstico
(40).Con estos criterios diagnósticos, la prevalencia de diabetes
gestacional se eleva aproximadamente 18 %, con repercusión
en los costos de los sistemas de salud. Sin embargo, se sugiere
que la prueba oral a la glucosa se realice cuando se presentan
factores de riesgo, para su mejor diagnóstico y tratamiento.
Con respecto al tipo de estudio, el 100 % corresponde al
tipo transversal. Este tipo de diseño se caracteriza por una única
medida de las variables de interés, no habiendo seguimiento ni
control en la fase de diseño de las variables predictoras (24-31,
39). Dado que la exposición y el resultado son examinados al
mismo tiempo, existe una ambigüedad temporal en su relación,
lo que impide establecer inferencias causa-efecto (41).
En cuanto al análisis del sistema Qualis, solo cinco estudios
analizados de las revistas indexadas a las que pertenecen son sometidos
a la clasificación Qualis, la cual se actualiza anualmente y
sigue una serie de criterios definidos por la Coordinación de
Perfeccionamiento de Personal de Enseñanza Superior (CAPES), tales como
número de temas, indexación, número de instituciones
editoriales, factor de impacto basado en JCR. Las calificaciones,
llamadas estratos, ocurren en una escala (A1, la más alta; A2; B1;
B2; B3; B4; B5; C; con puntaje cero) (28, 30-35, 42).
Conflictos de interés
Todos los autores declaran no tener conflictos de interés
de ninguna índole.
Fuente de financiación
El presente estudio no recibió patrocinio de ningún tipo.
Agradecimientos
Los autores desean agradecer a las instituciones que han
hecho posible la realización del trabajo presentado, al Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología, al Hospital Materno Perinatal “Mónica
Pretelini Sáenz” y a la Universidad Autónoma del
Estado de México.
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