1
Clínica Integral de Diabetes (CLID). Profesor Titular, Universidad
Pontifica Bolivariana. Miembro de número, Asociación Colombiana
de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo.
2
Miembro de número, Asociación Colombiana de Endocrinología,
Diabetes y Metabolismo. Grupo de Diabetes, Hospital Pablo Tobón
Uribe. Profesor Asociado, Sección de Endocrinología y Metabolismo,
Universidad de Antioquia.
Resumen
El tratamiento ambulatorio de pacientes con enfermedades crónicas no
transmisibles (ECNT) ofrece retos interesantes en el contexto de la
pandemia por SARS-CoV-2 (COVID-19),
que exigen un análisis individual de la diabetes. Es a lugar
discutir elementos del tratamiento ambulatorio: desde implementación de
modelos específicos, recomendaciones de cambios en el estilo de vida,
orientación en comorbilidades, identificación de factores de riesgo
adicionales, hasta sugerencias
en cada uno de los grupos farmacológicos que acá competen.
Todo lo anterior con el propósito de brindar el mejor soporte a
los pacientes en el panorama no hospitalario.
Palabras clave:
diabetes mellitus, COVID-19, tratamiento.
Abstract
Outpatient
treatment of patients with Chronic Noncommunicable Diseases (CNCD)
offers interesting challenges in
the context of the SARS-CoV-2 (COVID-19) pandemic, thus
Diabetes requires an individual analysis. It is a place to discuss
elements of outpatient treatment: from implementation
of specific models, recommendations for changes in lifestyle,
orientation in comorbidities, identification of additional risk
factors, to suggestions in each of the pharmacological groups
that are involved here. All of the above in order to provide the
best support to patients in the non-hospital setting.
Keywords: Diabetes
mellitus, COVID-19, Treatment.
Introducción
El manejo ambulatorio de pacientes con enfermedades
crónicas no transmisibles (ECNT) ofrece retos interesantes
en el contexto de una pandemia, desde la adaptación precoz
a la nueva realidad, hasta las directrices preventivas propias
de un fenómeno infeccioso de las magnitudes actuales del
SARS-CoV-2 (COVID-19). Es el caso, entonces, de la diabetes,
que como patología metabólica de gran prevalencia exige una
mirada acuciosa con múltiples aspectos en el manejo ambulatorio, que se
traerán a colación con mayor o menor peso en la
evidencia clínica según cual sea el caso.
Inicialmente, es apropiado destacar el beneficio de consolidar
controles médicos ambulatorios a través del uso de
modelos virtuales en salud (telemedicina-telesalud). De manera
paralela, cuando sea necesaria la consulta presencial y/o
las situaciones de confinamiento se liberen progresivamente,
se deberán cumplir las recomendaciones de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades (CDC) o demás entes locales (como
el Instituto Nacional de Salud de Colombia) que orienten el
distanciamiento y las medidas preventivas en lugares de atención médica
ambulatoria (1, 2).
Durante la actual pandemia, en el grupo de pacientes con
trastornos en el metabolismo de los carbohidratos (TMCHO)
y aquellos con diagnóstico de diabetes
mellitus tipo 1 (DM1) o
DM2 que no han sido infectados por la COVID-19, sería a lugar
intensificar el control metabólico y seguimiento con el objetivo de
evitar estados de hiperglucemia, este aspecto orientado
a la disminución de la predisposición aguda de procesos infecciosos (2,
3). De la misma manera, las recomendaciones de un
buen estilo de vida y todo aquello concerniente a la adherencia
al plan de alimentación, la actividad física y el suministro adecuado
del tratamiento farmacológico, serán pilares fundamentales del control
ambulatorio (4).
Ratificando la importancia del enfoque holístico en estos
pacientes, es prudente ser enfáticos en el cumplimiento de las metas de
los demás factores de riesgo, como colesterol LDL,
presión arterial y obesidad (4).
Aun dirigiendo al lector a las guías pertinentes para cada
factor, en este sentido y de manera puntual se destaca que el
uso de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA)
no debe ser modificado, dado que no hay evidencia
suficiente para sugerir su suspensión y/o cambio por otros
antihipertensivos o nefroprotectores (5). En cuanto al uso de
estatinas, dada la evidencia que muestra un aumento en la expresión de
la enzima convertidora de la angiotensina 2 (ECA2) con su uso, se
sugiere que podrían aumentar el riesgo de
infección y mortalidad por COVID-19; sin embargo, no existe
evidencia fuerte de que esto tenga un impacto clínico, así que
no deben suspenderse debido a los ya conocidos beneficios a
largo plazo y la posibilidad de aumentar el riesgo de una tormenta de
citocinas por el incremento súbito de la interleucina
6 (IL-6) y la IL-1B (6, 7).
Dada la prevalencia de obesidad como comorbilidad de
alta asociación con la DM2, es un factor no menor que debe
tenerse en cuenta; además, ha sido identificada como factor
de riesgo y gravedad de enfermedad por coronavirus independiente de
diabetes, motivo por el cual el énfasis en las directrices para el
control de peso en estos pacientes toma mayor
trascendencia.
En cuanto al control glucémico en la fase preventiva de la
infección por COVID-19, se corroboran las metas ya conocidas. La
evidencia es precaria si buscamos metas específicas
para la infección en curso, por lo cual algunas publicaciones sugieren
puntos de corte fundamentados en consenso
de expertos o de sociedades científicas: glucemia basal, 72-
144 mg/dL (pacientes “frágiles” o ancianos: 90-144 mg/dL);
HbA1c, <7%, con uso de monitorización continua de la glucosa
(MCG); TIR, >70% (>50% en pacientes “frágiles” y ancianos);
e hipoglucemia, <4% (<1% en pacientes “frágiles” y ancianos)
(1, 8). En este mismo sentido, en el contexto ambulatorio, no se
recomienda aumentar la frecuencia de la automonitorización.
Lo que sí es susceptible de destacar es la ventaja de los dispositivos
de tipo MCG intermitente (MCGi) para establecer unas
mejores métricas de glucemia del proceso en curso (1, 2); cabe
anotar que esta sugerencia de manejo aplica para los pacientes con DM1
y DM2; en ambos casos, la evidencia en el control
es sólida (1-3). En pacientes con antecedentes de TMCHO tipo
prediabetes, que cursen con infección por COVID-19 (con o
sin ameritar manejo intrahospitalario), se sugiere intensificar
la frecuencia de seguimiento dada la probable asociación descrita a la
fecha entre la disminución en la población de células
beta (dados los receptores de ECA-2) y la progresión de esta
condición clínica, lo cual ocasionaría un aumento de la hiperglucemia
de base (1, 3).
Consideraciones especiales en el
manejo
farmacológico ambulatorio
Sin perder de vista el objetivo fundamental de mantener el
buen control glucémico en el contexto de fase, además de la necesidad
de optimización en caso de diagnóstico de infección por
COVID-19, es importante denotar consideraciones especiales en
cuanto a la continuidad del manejo farmacológico ambulatorio.
Biguanidas
Si bien son conocidas las postulaciones de metformina
con acción antiinflamatoria en estudios preclínicos y la
correspondiente reducción de los biomarcadores circulantes en
pacientes con DM2 (9), no existe evidencia clínica contundente
de su beneficio en cuadros infecciosos virales e igualmente en
pacientes con infección por coronavirus. En el contexto ambulatorio no
está contraindicado su uso en el curso de un proceso
infeccioso por COVID-19; sin embargo, se debe hacer seguimiento de las
condiciones que puedan orientar su suspensión,
como la inestabilidad y/o el compromiso de la función renal y
hepática, evitando así el desarrollo de acidosis láctica.
Sulfonilúreas
Este grupo farmacológico no ofrece un diferencial como
antidiabético en casos de infecciones virales agudas. No hay
evidencia en cuanto al efecto deletéreo más allá de los eventos
de hipoglucemia que se puedan presentar en el manejo convencional (2,
3). En este sentido, para la infección aguda por COVID-19 de
seguimiento ambulatorio, se sugiere una mayor vigilancia de los
episodios clínicos sugestivos de hipoglucemia.
Inhibidores de la DPP-4
Teniendo en cuenta los elementos y las cascadas fisiopatológicas
descritos en el ítem correspondiente, aquel de potencial mayor
trascendencia es el papel de la enzima dipeptidil
peptidasa-4 (DPP-4) como receptor funcional del coronavirus,
como fue documentado en el caso del hCoV-EMC, virus responsable del
MERS (1, 10). Adicionalmente, como es bien conocido,
dicha enzima desempeña un papel importante en el metabolismo de la
glucosa, la acción de la insulina y la inflamación en
los pacientes con DM2 (10, 11); sin embargo, no es contundente
aún la evidencia en determinar si, en el caso de la infección por
SARS-CoV-2, los inhibidores de la DPP-4 (IDPP-4) como tratamiento de la
DM2 puedan tener influencia en el curso de la infección (1, 10). Desde
el punto de vista pragmático, los pacientes
que recibe IDPP-4 deben continuar con dosis iguales a las que
venían recibiendo si el control metabólico se está cumpliendo. Los
ajustes serán realizados si se presenta un compromiso
agudo adicional de la función renal (1, 3).
Agonistas de los receptores de GLP-1
Sus efectos antiinflamatorios han sido uno de los hallazgos más
repetitivos y atractivos en los estudios realizados en
modelos animales con este grupo farmacológico; de manera
particular, se describe atenuación de la reacción inmunitaria
pulmonar (12) y, además, en algunos protocolos con disminución de los
biomarcadores inflamatorios en pacientes con
DM2 y obesidad (3, 12, 13). Adicionalmente, en los estudios de
seguridad de riesgo cardiovascular para los AR-GLP1 publicados
en el último lustro (14-17), no se evidenciaron proporciones
diferenciales de cuadros infecciosos o de evolución infructuosa
de estos. Por tanto, si bien existe la posibilidad de beneficio
clínico por parte de los AR-GLP1 en procesos infecciosos, por
ahora, son elucubraciones teóricas que no permiten emitir
recomendaciones prácticas de preferir su elección sobre otros
antidiabéticos; sin embargo, es pertinente destacar que su uso
es seguro en el contexto ambulatorio de la DM2 con infección
por COVID-19.
Inhibidores de SGLT-2
Este grupo farmacológico de antidiabéticos es ampliamente conocido por
su perfil de beneficios cardiovasculares
y renales que van más allá del control glucémico (18). Su tolerancia en
el contexto ambulatorio es adecuada; sin embargo,
en el curso de procesos infecciosos agudos de evolución rápida, como es
el caso de la COVID-19, se pueden evidenciar
estados tempranos de deshidratación con la consecuente predisposición a
complicaciones agudas (depleción de volumen y
cetoacidosis euglucémica) (1, 3), motivo por el que se sugiere no
suspender la medición de entrada, ya que esta conducta puede
ir en detrimento del control glucémico, el cual, como se ha explicado,
es fundamental; aun así, debe reevaluarse frecuentemente el estado del
paciente ambulatorio infectado, con el fin
de suspenderlo solo si clínicamente el paciente así lo requiere
(deshidratación e inestabilidad clínica) y minimizar el riesgo
de complicaciones asociadas a su uso (1-2, 18-20). Este panorama
ha motivado la generación de evidencia contundente, por lo
que, a la fecha, se encuentra en curso el estudio DARE-19 (
Dapaglifozin in Respiratory Failure in
Patients With COVID-19), un
ensayo clínico de asignación aleatoria, multicéntrico, en grupos
paralelos, doble ciego y controlado con placebo en pacientes
hospitalizados por COVID-19, donde se evalúa el efecto de
la dapagliflozina en 10 mg frente a placebo, durante 30 días,
en adición al manejo metabólico de base, en la reducción de
la progresión, las complicaciones y la mortalidad por todas las
causas (21). Si bien su desarrollo es en el ambiente hospitalario,
puede ofrecer luces para la toma futura de decisiones.
Insulinas
La insulina, como alternativa farmacológica en la perspectiva del
manejo ambulatorio de la infección por COVID-19,
pudiese estar respaldada por la atenuación de la respuesta inflamatoria
de las células T, evaluada en modelos animales con
influenza (22), así como por la evidencia de su acción
antiinflamatoria, evaluada con perfil de biomarcadores en estudios
clínicos de pacientes agudamente enfermos (23). Aunque en el
panorama preciso de la infección por coronavirus no existe
evidencia disponible, su preferencia en el ambiente hospitalario puede
ser indiscutible; sin embargo, orientar al cambio
de antidiabéticos por insulina ambulatoriamente no es una
conducta estándar; solo se tomará si el control glucémico así
lo amerita.
Conflictos de interés
Los autores certifican que no tienen afiliaciones con o participación
en cualquier organización o entidad con cualquier
interés financiero (como honorarios, becas educativas, participación
como oradores, empleo, consultorías, propiedad de
acciones u otro interés patrimonial), o interés no financiero
(como relaciones personales o profesionales, afiliaciones,
conocimientos o creencias) en el tema o materiales discutidos en
este manuscrito.
Financiación
Los autores declaran que no recibieron recursos para la
elaboración de este manuscrito.
Referencias
1.Bornstein SR, Rubino
F, Khunti K, Mingrone G, Hopkins D, Birkenfeld A,
et al. Practical recommendations for the management of diabetes
inpatients with COVID-19. Lancet Diabetes Endocrinol. 2020;8(6):546-50.
doi:
10.1016/S2213-8587(20)30152-2.
2. Singh AK, Gupta R, Ghosh A, Misra A. Diabetes in COVID-19:
Prevalence,
pathophysiology, prognosis and practical considerations. Diabetes Metab
Syndr. 2020;14(4):303-10. doi: 10.1016/j.dsx.2020.04.004.
3. Drucker DJ. Coronavirus Infections and Type 2 Diabetes-Shared
Pathways
With Therapeutic Implications. Endocr Rev. 2020;41(3):bnaa011. doi:10.1210/endrev/bnaa011.
4. Gupta R, Ghosh A, Singh ak, Misra a. Clinical considerations for
patients
with diabetes in times of COVID-19 epidemic. Diabetes Metab Syndr.
2020;14(3):211-2. doi:10.1016/j.dsx.2020.03.002.
5. de Simone G. Position statement of the ESC Council on
Hypertension on
ACE-inhibitors and angiotensin receptor blockers [Internet].
[Consultado
15 de abril de 2020]. Disponible en: https://bit.ly/36IKUHl.
6. Raj VS, Mou H, Smits SL, Dekkers DHW, Müller MA, Dijkman R, et
al. Dipeptidyl peptidase 4 is a functional receptor for the emerging
human coronavirus-EMC. Nature. 2013;495(7440):251-4. doi:
10.1038/nature12005.
7. Andersen CJ, Murphy KE, Fernandez ML. Impact of obesity and
metabolic syndrome on immunity. Adv Nutr. 2016;7(1):66-75. doi:
10.3945/
an.115.010207.
8. International Diabetes Federation Europe. How to manage diabetes
during an illness? “Sick Day Rules” [Internet]. Disponible en:
https://bit.
ly/3cg3urt.
9. Cameron AR, Morrison VL, Levin D, Mohan M, Forteath C, Beall C,
et al.
Anti-Inflammatory effects of metformin irrespective of diabetes status.
Circ Res. 2016;119(5):652-65. doi: 10.1161/CIRCRESAHA.116.308445.
10. Iacobellis G. COVID-19 and diabetes: Can DPP4 inhibition play a
role?
Diabetes Research Clin Pract. 2020;162:108125. doi:
10.1016/j.diabres.2020.108125.
11. Mulvihill EE, Drucker DJ. Pharmacology, physiology, and
mechanisms of
action of dipeptidyl peptidase-4 inhibitors. Endocr Rev.
2014;35(6):992-
1019. doi:10.1210/er.2014-1035.
12. Zhou F, Zhang Y, Chen J, Hu X, Xu Y. Liraglutide attenuates
lipopolysaccharide induced acute lung injury in mice. Eur J Pharmacol.
2016;791:735-40.
doi:10.1016/j.ejphar.2016.10.016.
13. Drucker DJ. Mechanisms of action and therapeutic application of
glucagon-like peptide-1. Cell Metab. 2018;27(4):740-56. doi: 10.1016/j.
cmet.2018.03.001.
14. Marso SP, Daniels GH, Brown-Frandsen K, Kristensen P, Mann J,
Nauck MA,
et al. Liraglutide and cardiovascular outcomes in type 2 diabetes. N
Engl J
Med. 2016;375(4):311-22. doi: 10.1056/NEJMoa1603827.
15. Marso SP, Bain SC, Consoli A, Eliaschewitz FG, Jódar E, Leiter
LA, et al. Semaglutide and cardiovascular outcomes in patients with
type 2 diabetes. N
Engl J Med. 2016;375(19):1834-44. doi: 10.1056/NEJMoa1607141.
16. Holman RR, Bethel MA, Mentz RJ, Thompson VP, Lokhnygina Y, Buse
JB,
et al. Effects of once weekly exenatide on cardiovascular outcomes in
type 2 diabetes. N Engl J Med. 2017;377(13):1228-39. doi:
10.1056/NEJMoa1612917.
17. Gerstein HC, Colhoun HM, Dagenais GR, Diaz R, Lakshmanan M,
Pais
P, et al. Dulaglutide and cardiovascular outcomes in type 2 diabetes
(REWIND): a double-blind, randomised placebo-controlled trial. Lancet.
2019;394(10193):121-30. doi: 10.1016/S0140-6736(19)31149-3.
18. American Diabetes Association. 9. Pharmacologic Approaches to
Glycemic
Treatment: Standards of Medical Care in Diabetes-2020. Diabetes Care.
2020;43(Suppl 1):S98-S110. doi: 10.2337/dc20-S009.
19. Hamblin PS, Wong R, Ekinci EI, Fourlanos S, Shah S, Jones A, et
al. SGLT2
inhibitors increase the risk of diabetic ketoacidosis developing in the
community and during hospital admission. J Clin Endocrinol Metab.
2019;104(8):3077-87. doi: 10.1210/jc.2019-00139.
20. Royal United Hospitals Bath. NHS Foundation Trust. Urgent
Safety Notice:
Use of SGLT-2 inhibitor during the COVID-19 crisis [Internet].
Disponible
en: https://www.ruh.nhs.uk/.
21. Kosiborod M. Dapagliflozin in Respiratory Failure in Patients
With COVID-19 (DARE-19) [Internet]. Disponible en:
https://www.clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04350593.
22. Tsai S, Clemente-Casares X, Zhou AC, Lei H, Ahn JJ, Chan YT, et
al. Insulin receptor-mediated stimulation boosts T cell immunity during
inflammation
and infection. Cell Metab. 2018;28(6):922-934.e924. doi: 10.1016/j.cmet.2018.08.003.
23. Hansen TK, Thiel S, Wouters PJ, Christiansen JS, Van den Berghe
G. Intensive insulin therapy exerts antiinflammatory effects in
critically ill patients
and counteracts the adverse effect of low mannose-binding lectin
levels. J
Clin Endocrinol Metab. 2003;88(3):1082-8. doi: 10.1210/jc.2002-021478.