https://doi.org/10.53853/encr.11.1.853

Recibido: 28 de octubre de 2023; Aceptado: 5 de marzo de 2024

Prevalencia y severidad de los síntomas de la menopausia en mujeres mayores de 60 años


Prevalence and severity of menopausal symptoms in women over 60 years of age

F. Espitia-De La Hoz, 1

Universidad Militar Nueva Granada, Bogotá, Colombia Universidad Militar Nueva Granada Universidad Militar Nueva Granada Bogotá Colombia

Correspondencia: espitiafe@yahoo.es

Resumen:

Contexto:

los síntomas de la menopausia pueden ser tan severos o prolongados en el tiempo, con la posibilidad de afectar la calidad de vida de las mujeres que los padecen.

Objetivo:

determinar la prevalencia y la severidad de los síntomas de la menopausia en mujeres de 60 años o más, y conocer los factores de riesgo asociados.

Metodología:

estudio de corte transversal con una muestra de 117 mujeres de 60 años o más con útero intacto y sintomatología menopaúsica, residentes en Quindío, Colombia, entre 2017 y 2023. Se evaluó la calidad de vida con el instrumento Menopause Rating Scale (MRS) y se hizo un análisis descriptivo.

Resultados:

la edad promedio de las mujeres fue de 67,53 ± 8,24 años; en el total de las participantes, la prevalencia de sintomatología de la menopausia fue del 9,87 %, predominado los sofocos/bochornos (80,34 %). En la escala MRS, el dominio urogenital reportó el mayor impacto en la severidad de la sintomatología (promedio: 8,94 ± 2,07 puntos) y la sequedad vaginal fue la queja más frecuente (58,97 %). Entre los factores asociados destacan la menopausia precoz (OR: 3,87; IC 95 %: 1,81-8,33) y el tabaquismo (OR: 2,97; IC 95 %: 1,44-6,31). La mayor escolaridad (OR: 0,34; IC 95 %: 0,16-0,91) mostró ser un factor protector. El 27,35 % del total de las participantes arrojó una puntuación ≥ 16 (severa) en la intensidad de la sintomatología según la escala MRS, lo que es compatible con la necesidad de tratamiento. La eficiencia laboral se afectó de forma severa en el 20,51 % de las mujeres, seguida de las responsabilidades del hogar con el 15,38 %.

Conclusiones:

los síntomas de la menopausia pueden hacerse presentes en mujeres de 60 años o más, siendo descritos por la décima parte de las residentes del departamento del Quindío.

Palabras clave:

climaterio, menopausia, signos y síntomas, prevalencia, factores de riesgo, calidad de vida..

Abstract:

Background:

The symptoms of menopause can be as severe or prolonged over time, with

the possibility of affecting the quality of life of women who suffer from them.

Purpose:

to determine the prevalence and severity of menopause symptoms in women aged 60 or older, and to know the associated risk factors.

Methodology:

cross-sectional study in 117 women aged 60 or older with an intact uterus and menopausal symptoms, residing in Quindío, Colombia; between 2017 and 2023. Quality of life was evaluated with the Menopause Rating Scale (MRS) instrument. A descriptive analysis was done.

Results:

the average age of the women was 67.53 ± 8.24 years; in the total number of participants; the prevalence of menopause symptoms was 9.87%, with hot flashes predominating (80.34%). In the MRS scale, the urogenital domain reported the greatest impact on the severity of the symptoms (average: 8.94 ± 2.07 points); Vaginal dryness was the most common complaint (58.97%). The associated factors highlight early menopause (OR: 3.87; 95% CI: 1.81 - 8.33) and smoking (OR: 2.97; 95% CI: 1.44 - 6.31). Greater education (OR: 0.34; 95% CI: 0.16 - 0.91) was shown to be a protective factor. 27.35% of the total participants scored ³ 16 (severe) in the intensity of the symptoms according to the MRS scale, compatible with the need for treatment. Work efficiency was severely affected in 20.51% of women followed by household responsibilities with 15.38%.

Conclusions:

the symptoms of menopause can be present in women aged 60 or older, being described by a tenth of the residents of the department of Quindío.

Keywords:

Diabetes mellitus, New onset diabetes mellitus, in-hospital, Pandemic, SARS- CoV-2, COVID 19..

Introducción

La menopausia se define por la ausencia de menstruación durante 12 meses consecutivos, indica el cese de la función ovárica (disminución de los niveles de estrógeno) y sucede con mayor frecuencia, en la mayoría de las mujeres, en edades entre los 45-52 años (1, 2).

La menopausia involucra una época de dramáticos cambios hormonales y, a menudo, sociales para las mujeres. Utilizando la edad de 50 años como indicador de la menopausia, alrededor de 25 millones de mujeres pasan por la menopausia cada año. Para el año 2030, se prevé que la población mundial de mujeres menopáusicas y posmenopáusicas aumente a 1200 millones, con 47 millones de nuevas incorporaciones cada año (3).

Si bien el diagnóstico de la menopausia es clínico, rara vez es necesario medir las gonadotropinas (hormona foliculoestimulante -FSH- y hormona luteinizante -LH-); examen que resulta útil para diferenciar entre amenorrea debida a la menopausia y amenorrea por afecciones como el síndrome de ovario poliquístico o causas hipotalámicas (4). Una FSH elevada con estradiol bajo apoya el diagnóstico de menopausia, ante la duda se puede confirmar en dos ocasiones, con cuatro semanas de diferencia (de manera óptima, al menos cuatro semanas después de suspender cualquier hormona anticonceptiva) (5, 6).

Los síntomas vasomotores (SVM), caracterizados por sofocos (fogajes) o sudores nocturnos, son los principales síntomas de la menopausia; los cuales experimentan más del 80 % de las mujeres (7). La mayoría de estas mujeres califican los SVM de moderados a severos (8); estos pueden persistir entre 7 y 10 años (en promedio 7,4 años) (9) y, eventualmente, hasta durante 15 años o más (10).

Otros síntomas comunes de la menopausia incluyen alteración del sueño, cambios de humor, ansiedad, síntomas depresivos, cambios cognitivos y artralgias, los cuales suelen causar malestar e influyen negativamente en la calidad de vida (11). A diferencia de los SVM, estos síntomas no se asocian con los cambios hormonales de la menopausia, aunque se relacionan con el envejecimiento general y están influenciados por factores somáticos, psicológicos y sociales (12).

Las tasas de prevalencia de los SVM oscilan entre 22 % y 63 % en Asia, entre 36 % y 50 % en América del Norte, en 74 % en Europa (13) y en 71,88 % en Colombia (1). Con relación a la edad de 60 años o más, se ha informado que el 42 % de las mujeres de 60 a 64 años (14) y el 33 % de las mujeres de 65 a 79 años continúan experimentando SVM (15).

Dentro de los factores que se han asociado tanto con la presencia como con la severidad de los SVM, destacan: la etnia (afroamericana), la menarquia temprana, un menor nivel educativo, la menopausia precoz, la nuliparidad, el consumo de alcohol o cafeína, el tabaquismo, los fármacos, las enfermedades crónicas, entre otros (9, 16).

El síndrome genitourinario de la menopausia (SGUM), causado por la disminución en la producción de estrógenos, junto a su constelación de síntomas y signos, como sequedad vaginal o vulvar, ardor, dispareunia, sinusorragia, disuria, urgencia, polaquiuria, entre otros, puede afectar la calidad de vida de la mujer mayor (17-18), convirtiéndose en un verdadero reto terapéutico (17).

La terapia hormonal de la menopausia (THM) es el tratamiento más eficaz para los SVM, ya que mejora la calidad de vida en las mujeres sintomáticas (19).

Los síntomas vasomotores pueden prolongarse en el tiempo y tener una repercusión negativa en la calidad de vida de las mujeres, por lo tanto, se hace necesario comprender su prevalencia e impacto en la población colombiana. Por eso, el propósito de esta investigación consistió en determinar la prevalencia y la severidad de los síntomas de la menopausia en mujeres de 60 años o más, así como conocer los factores de riesgo asociados.

Materiales y métodos

Diseño y población

Es un estudio transversal que fue realizado en una clínica de referencia y de alta complejidad, ubicada en Armenia, Quindío, Colombia, entre el 1 de mayo del 2018 y el 30 de junio del 2023. La clínica atiende a población perteneciente al régimen subsidiado y contributivo del Sistema General de Seguridad Social en Salud en Colombia. Se incluyó a mujeres de 60 años o más con útero intacto, que consultaron por cualquier sintomatología de la menopausia, residentes en el departamento del Quindío, Colombia. Los criterios de exclusión fueron: mujeres con antecedente de ooforectomía y cáncer; las que previamente recibieron radioterapia o quimioterapia; las que habían estado en terapia hormonal de la menopausia en los últimos seis meses, en tratamiento con antidepresivos o ansiolíticos en los últimos tres meses; las que no tenían todas las variables del estudio; las que no desearon participar o tenían discapacidad cognitiva, visual o auditiva que dificultara la utilización del instrumento. Las mujeres que se reclutaron habían sido pacientes que asistieron a consulta de medicina familiar y ginecología en la institución donde se realizó la investigación, en el periodo de estudio. Se hizo un muestreo por conveniencia, donde la edad de las participantes se categorizó en 60-65 años, 66- 70 años y mayores de 70 años.

Procedimiento

Las mujeres fueron identificadas a partir de la base de datos de la clínica participante. Se utilizaron los códigos de la clasificación internacional de enfermedades (CIE10): N95.1 Estados menopáusicos y climatéricos femeninos, durante el periodo analizado. Una vez que las participantes elegibles recibieron toda la información acerca del estudio y firmaron el consentimiento informado, fueron entrevistadas por el personal de enfermería entrenado que, además de confirmar el código N95.1, recolectó variables biológicas, sociales y demográficas, mediante un cuestionario semiestructurado que fue diseñado por el investigador, el cual fue revisado por dos expertos y ajustado por una prueba piloto en una población menor de similares características en la misma institución; también se recolectó información de la historia clínica institucional. Las pacientes fueron evaluadas con el cuestionario Menopause Rating Scale (MRS), el cual es una escala de clasificación de la menopausia, desarrollada para medir la gravedad de los síntomas del envejecimiento y su impacto en la calidad de vida (20). La escala MRS ha sido muy bien aceptada a nivel internacional, llegando a ser traducida a diferentes idiomas, incluido el español (21). Se caracteriza por ser un cuestionario autoadministrado para cuantificar la calidad de vida en la menopausia y lo conforman once síntomas, divididos en tres sub-escalas o dominios:

1. Somática-vegetativa: sofocos, molestias cardiacas, trastornos del sueño, molestias musculares y de las articulaciones (ítems 1, 2, 3 y 11, respectivamente)

2. Psicológica: estado de ánimo deprimido, irritabilidad, ansiedad, cansancio físico y mental (ítems 4, 5, 6 y 7, respectivamente)

3. Urogenital: problemas sexuales, de vejiga y sequedad de la vagina (ítems 8, 9 y 10, respectivamente) (tabla 1).

Tabla 1: Menopause Rating Scale (MRS)

Fuente: elaboración propia.

Los ítems se califican en una escala de: “0” (ausente), “1” (leve), “2” (moderado), “3” (severo) y “4” (muy severo) (10, 16). El puntaje de un dominio corresponde a la sumatoria de los valores obtenidos de cada ítem, por lo que el puntaje total es la sumatoria de los puntajes obtenidos en cada dominio (22).

La escala MRS es considerada como confiable, debido a los valores adecuados del coeficiente Alfa de Cronbach (alrededor de 0,80) y aunque la consistencia interna de cada dimensión varía un poco más (entre 0,60-0,87) (22, 23), entre mayor sea la puntuación, mayor es el deterioro de la calidad de vida (20-22). La intensidad de la sintomatología se considera como asintomática o escasa si la puntuación total oscila entre 0 y 4, leve entre 5 y 8, moderada entre 9 y 15, y severa con más de 16 puntos (21-23).

El instrumento MRS fue aplicado por una enfermera profesional que apoya al investigador, previa firma del consentimiento informado, el cual se diligenció al terminar la consulta a la que acudían las mujeres.

Variables medidas

Se incluyeron características sociodemográficas tales como: edad, nivel de escolaridad, estado civil, estrato socioeconómico, raza, religión, ocupación, procedencia, tipo de afiliación al sistema general de seguridad social en salud, peso, talla e índice de masa corporal (IMC); hábitos como: ingesta de alcohol, tabaquismo, consumo de sustancia psicoactivas y sedentarismo. Dentro de los antecedentes gineco obstétricos, se evaluó la edad de la menarquia, la edad del primer parto, la paridad, la edad de la menopausia, el tiempo en menopausia, la duración de los síntomas vasomotores de la menopausia (SVM) y el uso de terapia hormonal de la menopausia en el algún momento. Los desenlaces incluidos fueron: signos y síntomas de la menopausia y puntuación en la escala MRS, y los factores de riesgos asociados. En el comportamiento sexual se indagó la edad de inicio de la vida sexual, la orientación sexual, la tenencia de pareja y el tiempo de convivencia, los antecedentes de abuso sexual y la frecuencia de relaciones sexuales mensuales.

Análisis estadístico

Se hizo un análisis descriptivo utilizando distribuciones de frecuencia y proporciones para las variables categóricas, así como medidas de tendencia central y de dispersión para las variables continuas. Se procedió a un análisis univariado mediante regresión logística simple, calculando los Odds Ratio (OR) para cada una de las variables con sus respectivos intervalos de confianza del 95 % (IC 95 %). Luego, se elaboró un modelo de regresión logística donde se incluyeron las variables con resultados significativos en el análisis univariado y se estableció significancia estadística con valores de p < 0,05. Los datos obtenidos se analizaron en el software estadístico para ciencias sociales, SPSS Statistics 20.

Aspectos éticos

Esta investigación cumple con la Resolución 008430 de 1993, del Ministerio de Salud de Colombia. También fue aprobada por el Comité de Ética en Investigación Científica. Además, se garantizó la confidencialidad de la información, el anonimato y la privacidad de cada una de las participantes por medio de la firma del consentimiento informado; estas tuvieron la opción de retirarse de la investigación cuando así lo desearan.

Resultados

En el periodo en que se realizó la investigación, se atendió a un total de 7659 mujeres. Se identificaron a 756 (9,87 %) pacientes ≥60 años con sintomatología menopaúsica, de las cuales 639 presentaron criterios de exclusión, por lo tanto, 117 mujeres (15,47 %) fueron incluidas en el estudio, con una tasa de aceptación del 100 %.

La edad promedio de las participantes fue de 67,53 ± 8,24 años (inferior 61 y superior 78), de las cuales, 74 (63,24 %) estaban en el grupo de edad de 60-65 años, 32 (27,35 %) en el de 65-69 años, y 11 (9,4 %) eran de 70 años o más. La mayor parte eran provenientes del área rural (87,17 %), se dedicaban al cuidado del hogar (77,77 %), pertenecían al régimen contributivo del Estado (89,74 %), eran casadas/unión libre (72,64 %) y de religión católica (93,16 %) (tabla 2).

En los hábitos, el 19,65 % de las mujeres fumaba, con una mediana de consumo de 3 cigarrillos/día (rango: 1- ≥6). La ingesta de alcohol se detectó en el 42,73 %, el consumo de sustancia psicoactivas en el 3,41 % y el sedentarismo se hizo presente en el 31,62 % del total de las participantes.

En los antecedentes ginecoobstétricos, la edad de la menarquia fue de 13,48 ± 2,17 años; la edad del primer parto fue de 18,97 ± 3,54 años; la paridad arrojó una mediana de 5 (rango entre 0 y 11) y la edad promedio de la menopausia fue de 49,35 ± 6,81 años. Sobre la base de la duración de la menopausia, las participantes reportaron una mediana de 18 años en posmenopausia (rango entre 12 y 27 años), mientras que la duración de los síntomas vasomotores de la menopausia (SVM) arrojó una mediana de 21 años (rango entre 42 y 54 años).

Tabla 2: Características sociodemográficas de mujeres de 60 años o más con síntomas de la menopausia en el Quindío, Colombia, 2018-2023

Fuente: elaboración propia.

Con respecto al comportamiento sexual, el 93,16 % de las participantes estaban con pareja, y el 95,72 % se definió como heterosexual; el 51,28 % manifestó más de 20 años de convivencia en pareja; la edad de inicio de la vida sexual fue de 17,95 ± 2,38 años; la mediana en la frecuencia de relaciones sexuales mensuales fue de 2 (rango entre 0 y 3) y el 19,65 % expresó abuso sexual en algún momento de la vida.

En relación con la presencia de signos y síntomas de la menopausia, se obtuvo un resultado positivo como síntoma predominante para sofocos/bochornos en el 80,34 % de las participantes. La mediana en la frecuencia de los sofocos/bochornos fue de 9 (rango entre 1 y ≥7) por día, con una mediana de 2 minutos en la duración (rango entre 1 y 5); seguido de hirsutismo facial en el 71,79 % y molestias osteomusculares en el 68,37 %. La mayoría de los síntomas fueron clasificados como moderados (la distribución de la presencia de los síntomas de la menopausia se muestra en la tabla 3).

Tabla 3: Signos y síntomas de la menopausia en mujeres de 60 años o más en el Quindío, Colombia, 2017-2023

Fuente: elaboración propia.

Del total de las participantes, el 91,45 % manifestaron más de un síntoma menopáusico, el 67,52 % dos y el 26,49 % tres o más síntomas. Se encontró una mediana de dos síntomas por mujer (rango: de 1 a 7). En la figura 1 se detalla la clasificación de la severidad de las molestias climatéricas, de acuerdo con los once ítems de la MRS.

Clasificación de la severidad de las molestias de la menopausia según la MRS

Figura 1: Clasificación de la severidad de las molestias de la menopausia según la MRS

Fuente: elaboración propia

En cuanto a la prevalencia de síntomas relacionados con la función sexual, la sequedad vaginal fue la queja más común en el 58,97 % de las participantes, seguida de la dispareunia (57,26 %). En la figura 2 se describe en detalle la sintomatología del síndrome genitourinario en la menopausia (SGUM).

Sintomatología del síndrome genitourinario de la menopausia (SGUM)

Figura 2: Sintomatología del síndrome genitourinario de la menopausia (SGUM)

Fuente: elaboración propia

Los datos del MRS se detallan en la tabla 4. Se muestra el puntaje promedio de cada síntoma y de cada dominio, y la puntuación total de la población participante. Los síntomas con mayor severidad son los del dominio urogenital, con un promedio de 8,94 ± 2,07 puntos, seguidos del dominio psicológico con 5,57 ± 2,85 puntos. El dominio con menor impacto fue el somático con 4,93 ± 3,04 puntos.

Tabla 4: Puntuación en los dominios de la MRS en mujeres de 60 años o más en el Quindío, Colombia, 2017-2023

Nota: DE: desviación estándar.

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 5 se muestran los factores de riesgo asociados a la presencia y la severidad de los síntomas menopaúsicos evaluados con la MRS. El riesgo de tener bochornos/sofocos aumenta de forma significativa con: la menopausia precoz (OR: 3,8; IC 95 %: 1,81-8,33), el tabaquismo (OR: 2,97; IC 95 %: 1,44-6,31) y el consumo de alcohol (OR: 2,72; IC 95 %: 1,34-5,86); mientras que disminuyen con una mayor escolaridad (OR:0,34; IC 95 %: 0,16-0,91). El factor que tuvo mayor impacto en la sintomatología somática fue la menopausia precoz (OR: 2,58; IC 95 %: 1,11-6,01), en el psicológico fue el consumo de alcohol (OR: 4,39; IC 95 %: 2,07-9,62), en la sintomatología urogenital fue la mayor paridad (OR: 2,58; IC 95 %: 1,07-5,62) y en el urogenital fueron los bajos ingresos (5,29; IC 95 %: 2,42-11,71).

Tabla 5: Factores de riesgo asociados a la presencia y la severidad de síntomas menopaúsicos en mujeres de 60 años o más, en el Quindío, Colombia, 2017-2023 (análisis univariado)

Nota: OR: odds ratio, IC: intervalo de confianza.

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 6 se muestran los resultados de un modelo de regresión logística, donde se observa que las mujeres con menopausia precoz tenían mayor riesgo de tener un mayor puntaje total sobre la sintomatología en la MRS (OR: 2,67; IC 95 %: 1,22-5,78), seguido del tabaquismo (OR: 2,46; IC 95 %: 1,11-5,62) y las mujeres con mayor nivel educativo presentaron menos síntomas menopaúsicos y menor severidad en los mismos (OR: 0,41; IC 95 %: 0,21-0,91). En el desglose de los dominios de la MRS, la menopausia precoz tuvo mayor impacto en la sintomatología de tipo somática (OR: 2,18; IC 95 %: 1,09-5,07), en la sintomatología psicológica fue el consumo de alcohol (OR: 3,28; IC 95 %: 1,59-7,38) y en la sintomatología urogenital fue el tabaquismo (OR: 3,12; IC 95 %: 1,45-7,01).

Tabla 6: Factores de riesgo asociados a la presencia y la severidad de síntomas de la menopausia en mujeres de 60 años o más, en el Quindío, Colombia, 2017-2023 (regresión logística)

Nota: OR: odds ratio, IC: intervalo de confianza.

Fuente: elaboración propia.

El 27,35 % (n = 32/117) del total de las mujeres participantes arrojó una puntuación igual o superior a 16 (severa) en la calificación de la intensidad de la sintomatología en la MRS, lo que significa que requerían de tratamiento para su condición.

Se observó que la eficiencia laboral estuvo perjudicada, de forma severa, en el 20,51 % de las mujeres; las responsabilidades del hogar se afectaron en el 15,38 %; mientras que las relaciones con los compañeros de trabajo, la familia, así como las actividades de la vida social se obstaculizaron en el 9,4 % de las participantes.

La terapia hormonal de la menopausia (THM) fue consumida en algún momento de la vida por el 6,83 % de las mujeres participantes, y el 11,96 % informó haber utilizado terapia estrogénica local vaginal en el último año. A pesar de la considerable prevalencia de síntomas, ninguna mujer informó haber recibido tratamiento con THM oral luego de los 60 años.

Discusión

En esta investigación se detectó que el 9,87 % de las mujeres de 60 años o más presentaron sintomatología menopaúsica, donde el síntoma predominante fueron los sofocos/bochornos en el 80,34 % de los casos, con una mediana de 9 en la frecuencia diaria y de 2 minutos en la duración; además, la mayoría de los síntomas se clasificaron como moderados, y el 91,45 % de las mujeres manifestaron más de un síntoma menopáusico, con una mediana de dos síntomas por mujer. En la MRS, el dominio urogenital arrojó el mayor impacto en la severidad de la sintomatología con un promedio de 8,94 ± 2,07 puntos, siendo la sequedad vaginal la queja más común en el 58,97 % del total de las participantes. Los factores de riesgo para tener bochornos/sofocos en el análisis univariado fueron la menopausia precoz (OR: 2,67; IC 95 %: 1,22-5,78) y el tabaquismo (OR: 2,46; IC 95 %: 1,11-5,62). Por otra parte, la mayor escolaridad (OR: 0,41; IC 95 %: 0,21-0,91) mostró ser un factor protector; donde las mujeres con mayor nivel educativo presentaron menos síntomas menopaúsicos y menor severidad en los mismos. El 27,35 % del total de las participantes arrojó una puntuación igual o superior a 16 (severa) en la intensidad de la sintomatología en la MRS, compatible con la necesidad de tratamiento.

La prevalencia de este estudio es inferior a la publicada por Xueyin et al. (24), quienes documentaron en China una prevalencia de síntomas menopáusicos del 21,5 % en la etapa posmenopáusica, de los cuales el 5,9 % se clasificaron como de moderados a severos; sin embargo, se trató de mujeres mucho más jóvenes, con una mediana de 52 años (24). En su revisión sistemática, Islam et al. (25) incluyeron 23 estudios y evaluaron la prevalencia de los sofocos en mujeres posmenopáusicas, la cual osciló entre el 4,3 % y el 73,7 %. Según Sánchez et al. (26), en tres hospitales de Bogotá, de acuerdo con la MRS, describieron que las oleadas de calor se hicieron presentes en el 54,4 % de las participantes. Por otra parte, en Brasil, da Silva et al. (27), en una población de 1415 mujeres (35 a 65 años), conforme a la MRS, describieron una frecuencia de sofocos/bochornos del 62,6 %, con una severidad del 33,2 %.

En esta investigación, encontramos que un mayor nivel de escolaridad puede desempeñar un papel protector al atenuar los síntomas climatéricos y, por tanto, mejorar la calidad de vida de las mujeres durante la posmenopausia, tal como ha sido descrito por diferentes autores (28-29). Esto debido a que las mujeres con más escolaridad muestran elevados niveles de preocupación por su estado de salud, pudiendo tener un mejor acceso a planes de atención médica basados en el conocimiento de los síntomas, en lugar de soportar dichas molestias con resignación.

El tabaquismo se encuentra asociado tanto con la presencia como con la severidad de los síntomas vasomotores de la menopausia (30-32), lo cual se explica porque se han detectado bajos niveles plasmáticos de estrógenos en mujeres fumadoras, debido a una alteración de su metabolismo, específicamente en un incremento de la 2 y 4-hidroxilación, así como de la disminución de la 16-hidroxilación y de la metilación de catecol (33-34). En este sentido, los resultados del presente estudio se alinean con los de Gallicchio et al. (35), quienes en un estudio de casos (n = 353) y controles (n = 258), en mujeres de 45 a 54 años, mostraron que tanto las fumadoras actuales como los que alguna vez fumaron tenían mayores probabilidades frente a las no fumadoras de experimentar sofocos más severos; además, observaron una asociación positiva entre la frecuencia y la duración del tabaquismo con la experiencia de sofocos más intensos.

La duración promedio de los SVM es de aproximadamente 7,4 años (36), sin embargo, Freeman et al. (37) reportan que más de un tercio de las mujeres observadas durante 10 años o más, después de la menopausia, presentan sofocos moderados/severos. Estos hallazgos son consistentes con el estudio de David et al. (38), quienes en 4956 mujeres que acudieron a consulta de menopausia, el 18 % tenía ≥ 60 años, de las cuales el 41,2 % reportaron molestias por SVM. Vale destacar que los SMV pueden perjudicar a las mujeres por más de una década después de la edad natural de la menopausia, tal como lo hemos encontrado en esta investigación, donde la duración de los síntomas vasomotores de la menopausia (SVM) arrojó una mediana de 21 años (rango entre 42-54 años). De ahí la necesidad de subrayar la importancia de iniciar o continuar la terapia hormonal de la menopausia más allá de los 60 años, determinando los riesgos/beneficios individuales al seleccionar el tratamiento para los síntomas climatéricos en la mujer afectada.

En relación con la sintomatología del síndrome genitourinario de la menopausia, esta suele ser progresiva y poco probable que se resuelva espontáneamente si no se trata (39-40), por lo tanto, requiere de un reconocimiento temprano y un manejo adecuado para preservar la salud urogenital, ya que puede afectar profundamente tanto la salud sexual como la calidad de vida de las mujeres (41). Además, los resultados del presente estudio son consistentes con los de recientes investigaciones (42-43), las cuales reportan altas prevalencias de síntomas vaginales, vulvares o urinarios severos. En el contexto mundial, una revisión sistemática y un metaanálisis realizado por Nik et al. (44) en 29 estudios, el SGUM fue mayor entre las mujeres posmenopáusicas (55,1 %), lo cual es similar al 58,97 % detectado en las participantes de esta investigación.

La deficiente atención de las mujeres posmenopáusicas, debido a la escasa importancia brindada a la hora de evaluar las molestias generadas por la menopausia, puede condicionar el riesgo de no recibir el interés holístico que amerita su proceso de transición (41); todo esto, a pesar de que las mujeres en posmenopausia experimentan una variedad de síntomas y signos que son condiciones predecibles relacionadas con cambios en los niveles hormonales y en el proceso de envejecimiento (45).

Otro aspecto a considerar es que a pesar de que las mujeres pasan aproximadamente del 30 % al 40 % de sus vidas en la posmenopausia (46), los profesionales de la salud reciben poca educación formal sobre la salud de la mujer en menopausia, negándose a prescribir adecuados tratamientos, incluso al tener en cuenta que la terapia hormonal de la menopausia ha estado disponible desde hace más de 80 años; sin embargo, las controversias en torno a su uso han afectado la capacitación de los profesionales de la salud en todas las especialidades (1), más allá de la ginecología.

En la actualidad, desafortunadamente, el conocimiento y la comodidad de los médicos varían mucho al abordar los asuntos de la menopausia, lo cual limita el apoyo que deben brindarle a las mujeres que lo necesitan. De esta manera, el acompañamiento que reciben las mujeres en la consulta de menopausia/climaterio ha de ser acorde con las diferentes guías de práctica clínica (47-50), ya que esto favorece la adopción de estrategias para mejorar la atención de las mujeres en menopausia, basadas en la evidencia más recientemente publicada. Se hace necesario, entonces, diseñar y poner en marcha estrategias de educación que contribuyan tanto al conocimiento de la menopausia y sus conflictos, como al aprendizaje de tratamientos, más allá de los miedos o temores de la paciente y sus médicos tratantes; a la terapia hormonal de la menopausia, con el proceso de favorecer la selección adecuada de las estrategias terapéuticas más efectivas y de acuerdo con la disponibilidad de las mismas y las propias necesidades de las mujeres, como parte de las rutas de atención integral a la mujer mayor, con el fin de minimizar el impacto negativo de los cambios menopáusicos y mejorar el bienestar general de las mujeres.

Los hallazgos identificados en este estudio obligan a realizar nuevas investigaciones en otros contextos y lugares del país, con el propósito de identificar otros factores de riesgo o de protección y, de acuerdo con ello, impulsar acciones políticas al respecto.

Los resultados de esta investigación deben motivar a los profesionales de la salud que atienden a mujeres maduras, a evaluar de forma frecuente y sistemática la prolija sintomatología de la menopausia, presente más allá de los 60 años, así como su importante repercusión personal y en el entorno laboral, familiar y social en general. Por esta razón, se debe empezar a hacer educación desde etapas previas a la menopausia. De la misma manera, enfatizar la importancia de prestar más atención al manejo de los síntomas de la menopausia, más allá de sus propios prejuicios, recelos o pavores, en especial con las mujeres de 60 años o más.

Las instituciones académicas y estatales deberían promover la creación de una clínica de menopausia/climaterio, con el propósito de atender y combatir las dificultades presentes en esta etapa de la vida de las mujeres, además de ayudar a sensibilizar y crear mayor conciencia entre las pacientes y los profesionales de la salud.

Las fortalezas de este estudio incluyen el uso de un cuestionario validado como lo es la MRS, lo cual aseguró la fiabilidad de los datos recopilados. El método de recolección de los datos de entrevistas cara a cara permitió recolectar un conjunto de datos confiables que reflejó la población del estudio.

Respecto a las limitaciones, al tratarse de un estudio transversal, solo pueden obtenerse datos de las mujeres durante un periodo específico, sin rastrear cambios futuros, a su vez, no indica causalidad. Por otra parte, el estudio solo representa a una institución de salud del Quindío, por ello, al extrapolar los resultados se debe tener precaución, así como por el modesto tamaño de la muestra; no obstante, a pesar de ello, la investigación tiene relevantes implicaciones en salud pública, debido a que permitió estimar la prevalencia y explorar factores asociados con la sintomatología menopaúsica en mujeres de 60 años o más, algo de lo que se sabe muy poco en la región.

Conclusión

Se encuentra una importante prevalencia de síntomas de la menopausia en mujeres de 60 años o más, la cual afecta alrededor del 10 % de las mujeres del Quindío, siendo los bochornos/ sofocos los síntomas más frecuentes.

En cuanto a la gravedad de los síntomas vasomotores, las formas moderadas y severas son comunes entre las participantes del estudio, asociándose esto con una significativa afectación de su condición general.

Los hallazgos de esta investigación sugieren que alrededor de un tercio de las mujeres participantes (≥ 60 años) necesitarían de la terapia hormonal de la menopausia.

Las instituciones académicas y estatales deberían promover la creación de una clínica de menopausia/climaterio en cada región, con el propósito de atender y combatir las dificultades presentes en esta etapa de la vida de las mujeres; además de ayudar a sensibilizar y crear mayor conciencia entre los profesionales de la salud que atienden a mujeres maduras.

Declaración de fuentes de financiación

El presente estudio fue financiado por Hathor, Clínica Sexológica; sin embargo, no tuvo ningún papel en la redacción de la investigación, el análisis, la interpretación de los datos o la redacción del manuscrito.

Conflicto de interés

El autor no declara conflictos de interés.

Implicaciones éticas

La investigación de la que se deriva el artículo tiene aval de Comité de ética y se cuenta con todos los consentimientos informados de los pacientes involucrados.

Agradecimientos

El autor hace un expreso reconocimiento y manifestación de gratitud a Hathor, Clínica Sexológica de Armenia, en particular a la doctora Lilian Orozco Santiago, por su desinteresada colaboración y apoyo en el desarrollo de esta investigación.